Cómo leer el contador de la luz: la guía definitiva

Es uno de los momentos clave del mes, cuando llega el momento de leer los resultados de nuestro contador de luz que, dependiendo del tipo de contrato que tengamos, será de una vez al mes o cada dos meses. En su pantalla, los operarios podían comprobar todo lo que hemos gastado, lo que se traducirá en una cantidad en euros que nos tocará pagar. Así que nunca está de más conocer exactamente cómo es el proceso de lectura y todos los elementos que entran en juego. Así que, ¿sabes cómo leer el contador de la luz? La guía definitiva.

¿Qué es un contador de luz?

Resumiendo mucho, se trata de un aparato conectado a la instalación de nuestra comunidad y en el que aparece la cantidad de kWh. que consumimos dentro del periodo de tarificación estipulado en nuestro contrato. También conocido como "medidor de luz", "contador eléctrico" o "vatihorímetro", será el que marque cuánto vamos a pagar en la fecha marcada para que nos pasen al cobro el recibo. Ahora bien, aunque podáis pensar que se trata de un proceso muy preciso, capaz de medir el consumo real, en los últimos años hemos pasado de un panorama prácticamente analógico e impreciso a otro digital donde las empresas pueden comprobar prácticamente a distancia todo lo que gastamos. Sin prácticamente errores.

Eso se debe a que existen varios tipos de contadores que están ahora mismo conviviendo, en un proceso de transición que busca digitalizarse por completo en los próximos años. Recordad que los contadores analógicos han sido, hasta ahora, los que podíamos ver en los cuartos de contadores de nuestras comunidades, y para los que era necesario enviar trabajadores de la operadora para mirar el consumo. Ante la imposibilidad, en muchas ocasiones, de llevar a cabo esa vigilancia en todo el territorio nacional, algunas compañías optaban por reflejar en las facturas un consumo estimado que provocaba serios problemas a los clientes.

Sobre todo, en el caso de llevarse a cabo una estimación (en función del histórico de consumo) por encima del llevado a cabo, lo que llevaba a los clientes a pagar más de lo debido. En otros casos, ese cálculo era inferior a la electricidad consumida, lo que no hacía sino aplazar lo gastado a otros meses, con el problema que podría causar en las cuentas de los interesados.

Por suerte, esos contadores analógicos están en un claro desuso y retrocediendo frente a las soluciones digitales, que pueden ser controladas de forma remota, lo que provoca que no tengan que desplazarse operarios físicamente ya que los resultados de los kWh. consumidos aparecen en los sistemas de la empresa de forma automática. No solo miden el consumo de forma más precisa, sino que apenas causan errores frente a los modelos analógicos más antiguos.

Hay que decir que en esa transición se produjo un paso intermedio con la llegada de contadores digitales, más precisos que los analógicos, y con pantallas LCD en las que se podía comprobar la energía consumida. Su problema fue que llegaron en el momento en el que la tecnología smart y wireless se imponía, por lo que apenas tuvieron un recorrido útil en los cuartos de contadores de nuestros hogares.

¿Qué ventajas tiene un contador digital inteligente?

Aunque ya os hemos adelantado algunas de esas mejoras que trae al recibo de la luz un contador digital que, además, pueda controlarse remotamente con los servidores informáticos de la compañía, os enumeramos todas a continuación:

• Nada de lecturas estimadas: los datos de kWh. consumidos son precisos hasta el mismo periodo de cierre de control para la emisión de la factura.
• Permiten ajustar la potencia contratada de una manera más eficiente y rápida, lo que es perfecto para escenarios donde existen tarifas con discriminación horaria.
• Son prácticamente imposibles de trucar, modificar o manipular.
• Evitan que las lecturas dependan de la visita de operarios de forma periódica, además de facilitar cualquier gestión donde se reducen los tiempos de intervención directa sobre el contador: de los antiguos plazos de 48 horas de hace algunos años a ser prácticamente instantáneo.

¿Cómo leer el contador de la luz?

Si tenéis acceso al llamado "cuarto de contadores" de la comunidad, o de tu vivienda unifamiliar, puedes llevar a cabo una pequeña lectura de todo lo que llevas consumido hasta ese mismo instante. La forma más sencilla es la de mirar el número que aparece en su pantalla, apuntarlo y, al volver a casa, multiplicarlo por el precio de la luz en ese mismo instante. ¿Dónde ir a consultar esa cantidad que se paga por los kWh.? Pues tenéis webs que facilitan ese dato, donde tendréis que buscar la cantidad media a lo largo de los últimos días.

De todas formas, en la actualidad, y gracias a los contadores digitales inteligentes, es posible tener una lectura en tiempo real en la pantalla de nuestros smartphones, con detalles de kWh. consumidos así como el precio acumulado y que, recordad, ha venido variando a lo largo de las últimas semanas. Es decir, es muy posible que su fluctuación afecte a un cálculo manual, pero no para el caso de las apps oficiales de las empresas que os facilitan el servicio eléctrico en casa.

Una vez calculado el consumo, toca ir a una factura de meses anteriores para sumar todos los conceptos que no pertenecen a la luz que hemos gastado, y que tienen que ver con los impuestos y demás recargos que suelen engordar la cuenta prácticamente un 40% (o más).

¿Qué es eso de alquilar el contador de la luz?

Los contadores de la luz son aparatos que utilizamos en régimen de alquiler y que, en cualquier momento, podemos optar por comprar. En caso de hacerlo, dejaremos de pagar ese extra en la factura y que, aunque no eleva demasiado la suma total de lo que pagamos, sí que en algunos casos supone un buen dinero cuando tenemos en cuenta que se trata de un dispositivo que vamos a utilizar durante años. Incluso varias décadas.

Estos son los precios, al mes, del alquiler de los contadores de la luz, por tipo de dispositivo: