La calefacción del coche consume gasolina, ¿mito o realidad?

El invierno ha llegado con fuerza y la bajada de las temperaturas nos obliga a hacer uso de la calefacción, pero no sólo en el hogar sino también en el coche. Vamos a intentar resolver una duda que a muchos conductores les asalta cuando llega esta época, y es si la calefacción del coche gasta gasolina adicional, y cuánto. Realidad o mito, vamos a comprobar si realmente consume más.

Son muchos los que no sabrían decirnos si usar la calefacción del coche consume o no carburante, si es una realidad o se trata de un mito, en esta ocasión es algo que no podemos aseverar una cosa o la otra, porque hay un poco de todo, y hay parte de mito, y parte de realidad.

A diferencia del aire acondicionado, la calefacción de nuestro coche funciona con energía térmica generada por el propio motor de nuestro coche. De ahí que nada más arrancarlo al encender la calefacción solo salga aire frío. Esto es debido a que el motor no ha alcanzado aún suficiente temperatura como para calentar el aire, por lo debemos esperar unos minutos.

A la pregunta anterior de si consume gasolina, la respuesta es sí, aunque es tan poca la cantidad que podríamos decir que es algo residual. El gasto no es consecuencia directa de generar el calor, sino de que para que este entre en el interior del vehículo tenemos que hacer uso de un ventilador. Que se alimenta de corriente eléctrica la cual es generada por el alternador. Y es este el que hace uso de la gasolina para funcionar.

¿Cuánto consume?

Cuando usamos el aire acondicionado, y dependiendo del motor de nuestro coche, el gasto de combustible puede oscilar entre los 0,2 y 1 litro de gasolina por cada 100 km. Algo que no ocurre en el caso de la calefacción ya que el consumo que produce el uso del alternador es mínimo, por lo que es muy difícil de cuantificar. Pero sí que podemos decir que es prácticamente gratis y no notamos la diferencia entre poner o no la calefacción.

Consume prácticamente lo mismo

Aunque el uso de la calefacción no influye significativamente en el gasto de combustible, no podemos decir que nuestro coche gasta lo mismo en verano que en invierno. La temperatura ambiente incide directamente sobre este dato. Ya que en invierno debido a las bajas temperaturas, el motor tarda más tiempo en calentarse con el incremento de consumo que esto supone. Cuando la temperatura exterior está en el entorno de los 0 grados, el consumo puede llegar a incrementarse entre un 10 o un 15 por ciento al circular.

Por lo que, sí podemos afirmar que el consumo de combustible es mayor en invierno que en verano, siempre y cuando no hagamos uso del aire acondicionado. Ya que en ese momento el gasto puede llegar a equipararse.

Foto de Marek Studzinski en Unsplash
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Consejos para ahorrar combustible

En estos tiempos en los que los precios de los carburantes están disparados es importante optimizar el gasto e intentar reducir el conumo de combustible en la medida de lo posible. Uno de los errores que cometemos con más frecuencia es usar el aire acondicionado y la calefacción al mismo tiempo. Cuando pensamos en aire acondicionado nos viene a la cabeza el verano, pero muchos usuarios hacen uso de este también en invierno. Algo que por otra parte además de aumentar el gasto de carburante puede provocar averías: Por lo que no es muy recomendable combinar ambos sistemas de climatización.

Para optimizar el calor del motor debemos orientar las salidas de aire a la zona baja del coche, en concreto a los pies. El aire caliente tiende a subir por lo que, si la emisión de este es a la zona media y alta del habitáculo, estamos perdiendo efectividad en su uso. De este modo al orientarlo a la parte baja, el calor se distribuirá de forma más homogénea.

Demasiado calor dentro del coche puede provocar somnolencia, algo muy peligroso a la hora de ponernos al volante, por lo que si queremos tener una temperatura perfecta el termómetro debe situarse entre los 19 y 22 grados. De esta forma conseguimos además reducir aún más el consumo y controlar las emisiones contaminantes del vehículo.

El aumento de la temperatura dentro del vehículo provoca un incremento de las emisiones, por lo que no está de más apagar la calefacción si vamos a estar parados un periodo de tiempo superior a un minuto.

Aunque el uso de la calefacción no aumenta el consumo otros factores como el estado de los neumáticos o llevar cosas innecesarias en el maletero, hacen que aumente el gasto. Por lo que no está de más comprobar que la presión de los neumáticos sea la correcta. Y hacer limpieza en el maletero dejando sólo lo imprescindible.

Por último, si realmente quieres ahorrar combustible lo más importante es hacer una buena planificación de tu viaje y mantener una velocidad uniforme, algo que nos ayudará a controlar el gasto.

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