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La solución para el autoconsumo y no depender de la red eléctrica es la instalación de sistemas de almacenamiento alternativo de la energía que producen nuestras placas solares. En los meses de mayor generación, sobre todo, se dispara el excedente. Este, por norma general, se vuelca a la red y es compensado por las compañías eléctricas. Otra opción es escoger baterías virtuales, ambas alternativas no son muy rentables, ya que el precio de compensación de esta energía es actualmente muy bajo. Lo más recomendable es optar, si se puede, por instalar sistemas de almacenamiento como baterías domésticas en las que guardar la energía para más tarde. A continuación, te contamos todo lo que debes saber acerca de estas.
¿Cómo funciona una batería doméstica?
Aunque se trata de una inversión importante, ya que por el momento el precio de estas es bastante elevado, a la larga puede ser la solución para desvincularse de la red eléctrica, aunque por el momento esto no es posible. Su uso nos ayuda a reducir el consumo de electricidad y reducir nuestra factura de la luz.
Hay momentos del día en los que las placas solares producen más energía de la que consumimos, esta energía se vuelca a la red y es compensada, en la mayoría de los casos. El precio al que se paga este excedente es mucho más bajo que el precio al que nos venden la energía, por lo que, al volcarlo, estamos perdiendo dinero. La solución a este problema es la instalación de baterías, donde la energía que no consumimos queda almacenada, para suplir la falta de generación de nuestra instalación. Este sistema funciona de la siguiente forma.
Como hemos comentado, la energía no consumida se almacena de forma química en las baterías para utilizarla más tarde.
Cuando es necesaria esta energía, a través de una reacción electroquímica la energía química se transforma en electricidad utilizables y se libera.
Un proceso que se invierte con la carga de la batería, donde los electrones y átomos vuelven a su posición original. Ciclo tras ciclo las baterías reducen su capacidad, degradando la batería.
Gracias a un sistema inteligente de gestión a través de los inversores y los sistemas de gestión de baterías o BMS, podemos controlar el flujo de esta energía, incluso maximizar la eficiencia, prediciendo la demanda de energía.
Este tipo de batería produce corriente continúa, por lo que es importante que este pase de nuevo por el inversor para convertirla en alterna, con el fin de que podemos utilizarla con la mayoría de los electrodomésticos de nuestras horas.
Por otro lado, este sistema es ideal como respaldo a la hora de cortes de energía, para mantener los aparatos esenciales funcionando.
Tipos de baterías domésticas
Para almacenar la energía excedente que producen nuestras placas solares, optar por esta solución es lo más inteligente, ya que nos garantizan la máxima eficiencia y duración, y aunque al principio se trata de una importante inversión, conseguimos una alta rentabilidad con el tiempo. En este sentido, podemos optar por dos opciones.
Baterías de Plomo-Ácido, son las más populares y tradicionalmente se han usado para el almacenamiento. Son las más baratas a la vez que antiguas. Algo similar a las baterías usadas en los coches, pero con un tamaño mayor. Aunque tienen un claro inconveniente, ya que cuentan con una menor durabilidad, necesitan de mantenimiento y ocupan mucho más espacio.
Por otro lado, las baterías de Litio (Li-ion), a diferencia de las anteriores cuentan con una tecnología más avanzada, no es necesario mantenimiento y nos ofrecen una larga vida útil, porque podemos agotarlas hasta llegar casi al cien por cien sin que sufran daños. Aunque no tienen a su favor su precio inicial, ya que este es considerablemente más alto.
¿Qué batería necesito para mi casa?
Para determinar el tipo de batería y el número de estas que necesitamos en nuestra casa, debemos valorar varios aspectos, en primer lugar, nuestras necesidades, y la cantidad de excedente que generamos, el espacio con el que contamos para su instalación y sobre todo nuestro presupuesto. Por lo que es importante consultar con un profesional para que nos asesore a la hora de decantarnos por la mejor solución para cada hogar.
