Los termos eléctricos permiten tener agua caliente de forma inmediata, son fáciles de instalar y mantener, por ello son una alternativa a otros sistemas como calderas y calentadores. Además, no es necesario el uso de gas para calentar el agua, por lo que son una solución mucho más sostenible. A continuación, te contamos todo lo que debes saber de los termos eléctricos con respecto a cuál es su consumo de energía.
¿Cómo se calcula el consumo de un termo eléctrico?
Si estás pensando en instalar un termo eléctrico y quieres hacerte una idea de lo que supondrá su consumo en la factura de la luz, puedes hacer un cálculo aproximado. Para ello tienes que aplicar una fórmula que nos ayuda a calcular el gasto.
La cual consiste en multiplicar la potencia (KW) por el tiempo de uso de este en horas.
Consumo = Potencia (kW) x Nº de horas
Lo primero es averiguar la potencia del aparato, esta información la encontramos generalmente tanto en el manual de usuario o en la propia etiqueta que incluye el aparato. Esta información generalmente viene expresada en Vatios, por lo que tendremos que convertirla, para ello solo tenemos que dividir este cifra entre 1000 para averiguar los KW.
Para calcular el consumo diario, debemos hacer un cálculo estimado del tiempo de uso de este, ya sea del tiempo en el que estimamos que está funcionando o del tiempo que pasa encendido.
Por último, solo tendremos que multiplicar el consumo que hemos obtenido por el precio del kilovatio que se aplica en nuestra factura para realizar el cálculo aproximado.
¿Cuánto dinero gasta un termo eléctrico al mes?
Como ya hemos mencionado, son varios los factores que influyen en el gasto de un termo eléctrico. Principalmente, depende de la eficiencia energética y de su capacidad de agua que puede albergar en litros.
De media, el consumo de uno de estos aparatos puede oscilar entre los 3000 y 4000 kwh/año. Esta información la encontramos recogida en la etiqueta del propio electrodoméstico. Otro factor a tener en cuenta es el consumo de aparato en reposo, lo cual se mide a través de la dispersión térmica, que supone un consumo entre 1 o 2 Kwh.
Para realizar el cálculo del gasto, aunque no lo parezca, tiene su complicación, tener en cuenta todos los factores y variables no es tan sencillo. Pero podemos hacer una simulación del gasto de un termo de 80 litros, instalado en una vivienda en la que conviven tres personas. Solo podemos calcular el coste de la factura cuando tenemos un precio fijado por kilovatio consumido. Puesto que el precio de la energía está en constante evolución y cambia cada hora. Para esta simulación fijamos el precio en 0.1553€/kWh.
El cálculo del consumo diario estimado es de 1 hora diaria, lo que en este caso supone 1,5 kWh.
Para calcular el consumo mensual, debemos multiplicar el consumo diario por 30 días. Lo cual nos arroja un consumo de 45 kWh.
Para calcular el coste económico multiplicamos el consumo mensual por el precio. O lo que es lo mismo 45 kWh x 0.1553€/kWh, lo que nos da un resultado de 6,9885 euros aproximadamente.
Este sería el gasto mensual aproximado en estas determinadas condiciones
¿Cómo gastar menos luz con un termo eléctrico?
Reducir la factura de la luz sin mermar la confortabilidad de nuestros hogares, es lo que persiguen millones de usuarios en todo el mundo. Para ello, puedes aplicar estos consejos en tu día a día que te ayudarán a minimizar el impacto en la factura.
Consejos para reducir el consumo:
- Ajustar la temperatura: Ajustar la temperatura del agua, para que esta no se encuentre demasiado caliente, ayuda a reducir considerablemente el consumo de energía
- Uso eficiente del agua caliente: al igual que sucede para reducir el consumo, evitar que el agua corra libremente o cambiar el baño por la ducha, contribuyen al ahorro
- Desconectar el termo: El termo en reposo consume energía para mantener el agua siempre caliente, por lo que apagar y desconectar el termo en periodos de larga inactividad, reducirá el consumo a largo plazo de forma considerable.
- Aislamiento del termo: preservar el calor usando un buen aislamiento contribuye a mantener la temperatura del agua, evitando volver a calentarla