¿Cuánto puedes ahorrar instalando un suelo radiante?

Los sistemas de climatización buscan ser cada vez más eficientes, conseguir un consumo de energía bajo con las mejores prestaciones es una de las principales ventajas del suelo radiante. Y es por ello que cada vez es más popular entre los usuarios. Calculemos cuánto podemos ahorrar instalando un suelo radiante.

Aunque antes de analizar el rendimiento del suelo radiante frente a los radiadores, debemos tener claro los tipos de suelo existentes y sus características. Recordemos que en este sistema el calor se emite desde el suelo, el aire caliente tiende a subir y por ello conseguimos una sensación de calor mucho más uniforme. Este puede ser eléctrico, en el que el suelo está cubierto por una serie de resistencias que lo calientan. O puede ser por agua caliente, al igual que en los radiadores tradicionales, el agua caliente recorre el circuito calentando la estancia.

Este sistema puede usar como apoyo una bomba de calor con la que aprovechar el calor del aire para dar una sensación más confortable. A diferencia del sistema de radiadores convencionales, la inversión inicial es mucho más alta y en el caso del suelo radiante por resistencia el consumo eléctrico aumenta considerablemente. Por lo que es un aspecto importante a valorar.

Maximiza tu Ahorro: cómo ahorrar con suelo radiante en tu hogar

Teniendo en cuenta la importancia de la inversión inicial, su coste se puede amortizar en apenas dos años, sobre todo si seguimos una serie de pautas con las que podremos conseguir un gran ahorro de energía y recursos.

Con un buen aislamiento de puertas y ventanas conseguimos que el sistema aumente su eficacia, estas pueden ser las causantes del enfriamiento de la estancia. Por estas no solo puede escapar el calor sino provocar corrientes de aire frío que enfríen la habitación.

Aprovecha la luz del sol durante el día y cierra las persianas al caer la noche. Con este sencillo seremos mucho más eficientes. El sol es una de las fuentes de calor más potentes que existen. Si dejamos entrar sus rayos a través de los cristales la temperatura de las salas aumentará considerablemente. También es importante controlar la humedad del ambiente para mantener la temperatura.

Aunque lo que no debemos hacer si queremos ser lo más eficientes posibles es apagar el suelo radiante. Para ello ajustaremos la temperatura, para mantenerla de forma constante. Ya que el mayor gasto de este sistema se genera al calentar el agua del sistema. Algo que lleva su tiempo y por ello tarda en alcanzar la temperatura idónea.

La combinación de aerotermia con suelo radiante es perfecta para dar calor de hogar a nuestro domicilio y, además, ahorrar en la factura del gas.
El suelo radiante es una inversión de futuro con la ahorrar energía. | Unsplash

¿Es el suelo radiante más económico que los radiadores tradicionales?"

Puede considerarse más económico en términos de eficiencia y consumo de energía, aunque como ya hemos comentado no lo es en términos de inversión. El aspecto técnico es mucho más complejo que otros sistemas de calefacción. Para su instalación necesitamos Tuberías, Planchas, mortero y válvulas: Por no mencionar el trastorno de su instalación sobre todo si se trata de nuestro hogar habitual. Ya que hay que poner para arriba toda la casa para su instalación.

Por lo que es recomendable realizar el proyecto cuando está en construcción. Algo impensable a estas alturas para algunos usuarios. Una vez instalado y puesto en marcha, se produce el ahorro en coste de energía desde el primer momento. Al ser un sistema mucho más uniforme en el reparto del calor, no se generan puntos fríos, por lo que no necesitamos aumentar la temperatura para mantener caliente todas las estancias.

Los sistemas de agua caliente de suelo radiante, tienen una menor pérdida de eficiencia. Los sistemas tradicionales de impulsión la temperatura del agua funcionan a 80-85 grados, lo cual consume mucha más energía que el suelo radiante en la que el agua está a baja temperatura, pero de forma constante entre los 30 y 45 grados. Con lo que se consigue un ahorro entre el 10 y el 20 por ciento.

Este sistema está considerado como de alta inercia térmica. Esto significa que el tiempo que tarda en llegar a la temperatura ideal es muy elevado, pero a su vez el tiempo que tarda en enfriarse también lo es, por lo que no tendremos necesidad de volverla a conectar inmediatamente para conservar el calor.

El suelo radiante es una solución de lo más acertada en zonas frías, donde mantener una temperatura mínima es importante. Y sobre todo en aquellas estancias en las que se va hacer uso de la calefacción de forma prolongada.

Además, el ahorro lo conseguimos también en verano, el sistema le proporciona la opción de recorrer el sistema con agua fría que refresque el ambiente, con una temperatura entre los 14 y 18 grados. Algo que ayuda a amortizar mucho más rápido nuestra inversión.

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