También conocido como inductor, una bobina es el componente pasivo de un circuito eléctrico que almacena energía como campo magnético a través del fenómeno conocido como inducción. Generalmente, esta bobina suele ser un cilindro en torno al cual se enrosca el alambre o hilo de cobre a modo de sujetos inductores.

Las bobinas pueden formar parte de circuitos de diferentes tipos, siendo un componente básico para instrumentos como motores eléctricos, el timbre de una vivienda o una lámpara fluorescente, entre otros ejemplos.

El concepto bobina fue popularizado por la llamada bobina de Tesla, desarrollada a finales del siglo XIX por el inventor de origen croata Nijola Tesla.

Partes de una bobina

La bobina se conforma de diferentes partes que, juntas, posibilitan el proceso:

  • Devanado inductor: Conjunto de espiras que producen el flujo magnético al ser atravesado por la corriente eléctrica.
  • Culata: Pieza de material ferromagnético que se encarga de unir los dos polos de la máquina.
  • Pieza polar: Parte del circuito situada entre la mencionada culata y el entrehierro, la región situada en el aire entre dos polos. Esta última incluye el núcleo y la expansión polar.
  • Núcleo: Parte del circuito magnético a la que rodea el devanado inductor.
  • Expansión polar: Parte de la pieza polar próxima al inducido y que bordea al entrehierro.
  • Polo auxiliar: Polo magnético formado por devanados enfocado a mejorar la conmutación del circuito.

¿Cuáles son los tipos de bobinas?

A día de hoy es posible encontrar hasta cuatro grandes tipos de bobinas. Cada una de esas modalidades se diferencia de las otras por la composición de su núcleo y por sus propiedades.

  • Bobinas de núcleo ferromagnético: este tipo de bobinas son capaces de incrementar el campo magnético y su capacidad inductora. Además, presentan bajos niveles de distorsión.
  • Bobinas de chapa de hierro: en este caso el hierro es el material que forma su núcleo. También destacan por su gran campo magnético.
  • Bobina de aire con lámina: este tipo de bobinas sobresalen por responder de forma eficiente a la oposición que puede haber en un circuito cuando una tensión transcurre por él.
  • Bobina con núcleo de aire: estas modalidades de bobinas son las más adecuadas y las que ofrecen el mejor rendimiento. Por eso se recomienda su uso.

¿Cuál es la función de la bobina?

La función principal de la bobina es la de guardar energía usando la inducción. El objetivo es lograr que esa energía se transforme en un campo electromagnético. En este caso hay que tener en cuenta que la inducción es un fenómeno a través del cual un campo electromagnético puede generar una corriente eléctrica. Además, este fenómeno también se produce a la inversa mostrando como una corriente eléctrica crea un campo magnético.

Todo este contexto provoca que la bobina también reciba el nombre de inductor y se diferencia del resto de los componentes del circuito porque tener un hilo de cobre en su composición.

¿Dónde se usan las bobinas?

Las bobinas se usan en los circuitos aportando diferentes aplicaciones. Una de ellas es bloquear la corriente alterna que transcurre por el propio circuito y otra cuantificar el tiempo en el que desaparece una corriente. También aparecen en las construcciones de circuitos oscilatorios que producen señales periódicas y en la construcción de filtros para frecuencias concretas. Otro de sus usos destacados es la amplificación o la reducción del voltaje que atraviesa un circuito.