Mantenimiento correctivo es el nombre con el que se designa a las actuaciones que lleva a cabo un servicio técnico cuando recibe un aviso de que un equipo no está funcionando de forma adecuada. Este término procede de la tarea de corregir fallos o errores para que la maquinaria en cuestión cumpla sus funciones con total normalidad.

Es frecuente que las labores correspondientes al mantenimiento correctivo se produzcan de forma inesperada por un error puntual que ha tenido un dispositivo. Ese factor es el que hace que los servicios técnicos se mantengan activos por si tienen que atender una incidencia.

¿Qué tipos de mantenimiento correctivos hay?

Actualmente, se han establecido dos tipos de mantenimiento correctivo. El primero de ellos recibe el nombre de planificado y se basa en actuar cuando se han detectado de forma temprana los posibles fallos que pueda tener un equipo. Para llevarlo a cabo se realiza un proceso de monitorización que permite actuar a corto o a medio plazo.

La otra modalidad es el mantenimiento correctivo no planificado que se basa en un modelo que obliga a actuar frente a imprevistos. En ocasiones este mantenimiento repentino llega por la falta de revisiones periódicas de la maquinaria. Esta circunstancia provoca que estructuras complejas como las que usan las distribuidoras eléctricas tengan mantenimientos correctivos planificados y así eviten errores que puedan afectar a un elevado número de consumidores.

El mantenimiento correctivo es importante porque aporta un ahorro a corto plazo, evita que haya que hacer largas planificaciones y normalmente requiere de actuaciones sencillas. El recurrir a un tipo de mantenimiento correctivo o a otro depende de las necesidades de las empresas y de las características de sus equipos.