Tal y como su nombre indica, una distribuidora eléctrica es la empresa que se encarga de facilitar una determinada energía a un hogar, negocio o cualquier otro inmueble.

Cabe saber que, en su gran mayoría, las propias infraestructuras que facilitan este servicio son propiedad de las distribuidoras, por lo que depende de las mismas mantener, mejorar o extender una infraestructura en caso de necesidad.

Como datos prácticos, la empresa distribuidora que suele corresponder a un consumidor u otro no depende de la elección del mismo, sino de aquella asignada en función de la ubicación en que se encuentre.

¿Cuál es la diferencia entre distribuidora y comercializadora?

En muchas ocasiones solemos confundir dos conceptos como distribuidora y comercializadora dada su implicación en el proceso de suministro de un servicio. Sin embargo, existen algunas claras diferencias entre ambos agentes.

En primer lugar, la comercializadora es aquella empresa a la que el cliente accede por primera vez para contratar el servicio. La comercializadora, a su vez, se encarga de abonar a una distribuidora los gastos en redes y, en definitiva, de la energía que su propio cliente necesita.

Aunque cambies de comercializadora eléctrica, la distribuidora siempre será la misma, ya que es la que se encarga de los principales elementos que permiten el suministro de energía. En ese caso, la distribuidora eléctrica es un nexo que puedes sustituir por otros “vendedores” similares en cualquier momento.

En cualquier caso, la distribuidora eléctrica es la que se encarga de todas las características del suministro tales como la calidad de energía o infraestructuras, problemas con averías y mantenimiento general.