La tarifa con discriminación horaria es un tipo de tarifa sobre el consumo eléctrico que establece un precio de kilovatio hora (kWh) más barato durante horas nocturnas, pero doblemente caro en las horas del día.
Es un tipo de tarifa eléctrica que permite ahorrar hasta un 30% en la factura de la luz, si bien su consumo debe ceñirse de forma precisa al horario fijado a fin de no pagar más de la cuenta.
Tipos de discriminación horaria
A la hora de comprender mejor las diferentes opciones que ofrece la discriminación horaria, cabe diferenciar en dos tipos diferentes: uno que engloba dos períodos y otras tres franjas del día.
Discriminación horaria en dos períodos
- Periodo valle: Es la franja más económica, ya que engloba las horas nocturnas. El horario de invierno que comprende este tramo es de las 22:00 a las 12:00 horas, y el de verano desde las 23:00 a las 13:00 horas.
- Periodo punta: Es la franja más cara y engloba las horas diurnas. El horario de invierno comprende desde las 12:00 hasta las 22:00 horas y el de verano desde las 13:00 a las 23:00 horas.
Discriminación horaria en tres períodos
- Período valle: Es una franja más económica que el período punta, cubriendo horas nocturnas (23:00 a 01:00) y diurnas (07:00 a 13:00).
- Período punta: Esta franja horaria vuelve a ser la más cara, comprendiendo las horas del día entre las 13:00 y las 23:00.
- Período supervalle: Se trata de la franja más económica de todas, y engloba las horas diurnas comprendidas entre la 01:00 y las 07:00 horas.
¿Cómo funciona la tarifa de discriminación horaria?
Las tarifas de discriminación horaria funcionan en base a los planes que establecen los precios de la electricidad y que tienen en cuenta la hora del día en la que se producen los consumos. A partir de aquí, todo se rige distinguiendo tres franjas principales, hora valle, hora llano y hora punta.
La potencia contratada es otro de los valores que se ve afectado por la discriminación horaria. En este caso se establecen dos grandes periodos de facturación y el consumidor tiene la opción de contratar el mismo nivel de potencia para esos periodos o ajustarlos a sus necesidades.
¿Cuándo interesa contratar una tarifa con discriminación horaria?
La variedad de tarifas de luz a las que pueden acceder los consumidores les permite escoger la que mejor se adapte a sus objetivos y necesidades. Por ejemplo, los usuarios que tengan menos de 15 kW de potencia contratada y puedan adaptar su consumo a las horas llano y a las horas valle, son los receptores más adecuados para contratar este tipo de tarifas.
La discriminación horaria es muy adecuada para aquellos consumidores que pasan la mayor parte del fin de semana en su domicilio. También es interesante para los que los días laborables permanecen fuera del domicilio durante las horas centrales del día.
En el caso de que la mayor parte del consumo se produzca en el espacio de la hora punta y no se pueda modificar ese consumo, lo mejor es optar por otra opción.
Por otro lado, usar los electrodomésticos como la lavadora o el lavavajillas en la hora valle, programar el termo eléctrico, tratar de aumentar el consumo durante los fines de semana o aprovechar la luz natural son tácticas que ayudan a sacar el máximo partido a la tarifa de discriminación horaria.
¿Cómo puedo saber si mi tarifa tiene discriminación horaria?
Para saber si tienes contratada una tarifa con discriminación horaria, lo primero es revisar el contrato con tu proveedor de electricidad. Normalmente, esta tarifa está indicada como "tarifa de discriminación horaria" o "tarifa nocturna". También puedes consultar tu factura de electricidad, donde se detalla el desglose de los costos según los diferentes períodos de consumo.
Si no estás seguro de qué tarifa tienes, puedes contactar con tu compañía eléctrica para pedir más detalles y, si es necesario, cambiar a una tarifa que mejor se ajuste a tu patrón de consumo.
¿Qué alternativas existen a la discriminación horaria?
Existen varias alternativas a las tarifas con discriminación horaria, como las tarifas fijas o tarifas indexadas. Las tarifas fijas ofrecen un precio constante durante todo el día, lo que puede ser útil para quienes no pueden ajustar su consumo a horarios específicos. Por otro lado, la tarifa indexada ajusta el precio de la electricidad a los precios del mercado mayorista, permitiendo que el coste varíe según la oferta y la demanda del mercado, lo que puede ser más ventajoso en algunos casos, dependiendo del patrón de consumo.