Este año el calor ha llegado antes de tiempo, por lo que es momento de poner a punto los aparatos de aire acondicionado que tenemos en el hogar. Es recomendable por lo menos hacer una vez al año una limpieza de los filtros. Asi que a continuación te contamos cómo hacerlo, limpiar los filtros del aire acondicionado.
Del buen mantenimiento depende en parte la eficacia de los mismos, por lo que no está de más revisar el estado de los equipos antes de iniciar la temporada de verano. Cada vez el calor llega antes y hay que adelantar las tareas. Revisar el estado de gas y en general la instalación, así como una limpieza en profundidad de filtros que los dejara en las mejores condiciones de uso.
La suciedad acumulada producida por el polvo, las bacterias y los ácaros, así como las partículas es suspensión del aire, hacen que baje el rendimiento de los equipos aumentando el gasto energético. Algo muy importante ahora que el precio de la luz está por las nubes. Ya sea tanto para mejorar le eficiencia como para mantener una buena calidad del aire, para lo que es recomendable realizar de forma periódica limpiezas del filtro.
Si no sabes por dónde empezar, sigue leyendo y encontrarás una completa guía de cómo limpiar el aire acondicionado. La limpieza es importante no sólo por una cuestión de higiene sino también de salud, sobre todo para aquellas personas que son alérgicas al polvo o al polen, lo que lo convierte en una tarea indispensable. Una buena limpieza es sinónimo de menos averías, mayor eficiencia energética, y evita malos olores.
¿Cómo limpiar los filtros de aire acondicionado?
Nuestros equipos se componen, por un lado de los compresores, los conductos y no nos podemos olvidar de los Split. Cuando hablamos de limpiar el aire acondicionado, no solo nos referimos al Split. Estos disponen de unos filtros en su mayoría desmontables, aunque para su limpieza será necesario el uso de una aspiradora, bayetas de microfibra, papel absorbente y jabón antibacteriano.
Debemos tener mucho cuidado al manipular los filtros, ya que estos son bastante delicados y debemos evitar estropearlos, para ello seguiremos los siguientes pasos:
Para evitar accidentes eléctricos comenzaremos desconectando los aparatos de la corriente. Abre la tapa frontal del Split para acceder a los filtros. Estos suelen ser unas rejillas fabricadas en resinas. Algunos modelos incluyen además filtros fabricados en celulosa para la recogida de polvo, polen o ácaros del polvo.
Usa la aspiradora para eliminar la suciedad sin retirarlos, si la suciedad es demasiada también podemos retirarlos y sumergirlos en agua con jabón, no deben usarse nunca productos abrasivos como el amoniaco o la lejía.
Una vez hemos eliminado la suciedad, sécalos cuidadosamente con el papel absorbente y los colocas de nuevo en su lugar. Una vez terminada la limpieza del interior, limpia la tapa y las rejillas de esta para eliminar los restos de polvo.
Limpiar filtros aire acondicionado por conductos
Pero no todos los sistemas de aire acondicionado funcionan del mismo modo, también podemos tener aire acondicionado por conductos. Estos suelen generar malos olores y son propensos a averiarse si no mantenemos una limpieza adecuada. Además de los malos olores esto puede originar el sobrecalentamiento del aparato e incluso podemos observar la presencia de agua que sale del propio sistema de aire acondicionado.
Antes de comenzar el recomendable consultar el manual de usuario del aparato para localizar los filtros, estos suelen estar en la parte posterior de la unidad. Como suelen estar instalados en los techos debemos acceder a ellos retirando la tapa de acceso del mismo y accediendo a la parte posterior de la unidad. Con mucho cuidado retiraremos los filtros sucios.
Antes de comenzar el proceso debemos comprobar que estos son aptos para su limpieza, en el caso contrario debemos optar por sustituirlos por unos nuevos.
Están fabricados en un material similar al nylon y tiene un tacto suave. Estos son muy delicados y al igual que en el caso anterior no debemos hacer uso ni de lejía, amoniaco u otros productos abrasivos. En su lugar utilizaremos un paño con alcohol isopropílico, o en su lugar vinagre blanco (de alcohol) que aplicaremos con toques suaves sin demasiada presión, una vez que hayamos retirado el exceso de polvo. Cuando tenemos los filtros limpios es el momento de devolverlos son sumo cuidado de nuevo a su sitio.
Una vez concluida la limpieza podemos hacer uso de un spray higienizante para llegar a aquellos lugares a los que no podemos acceder, estos eliminan y previenen los malos olores. Esto elimina cualquier tipo de suciedad persistente producida por microorganismos, bacterias, nicotina, grasa, hongos o polvo entre otras. De este modo completamos la limpieza. Algo que deberíamos realizar por lo menos un par de veces al año, sobre todos después de largos periodos de inactividad de los aparatos.