Purgar la caldera, así puedes hacerlo de forma segura

Tanto en invierno como en verano, mantener la caldera en las mejores condiciones es primordial para aumentar su rendimiento y evitar futuros problemas. Uno de los más habituales es el aire en el circuito, por lo que no está de más de vez en cuando purgar el sistema, incluida la caldera.

Lo más habitual es sacar el aire de los radiadores, sobre todo a principios de la temporada de frío cuando es necesario poner a punto la instalación de cara al frío del invierno. El procedimiento es muy sencillo y solo necesitamos un recipiente en el que recoger el agua que expulsa el radiador una vez eliminado el aire y un atornillador para abrir la válvula del radiador. Algo que ya explicamos hace tiempo y que puedes consultar en el enlace, en el cual contamos cómo mejorar el rendimiento.

Para alcanzar nuestro objetivo a veces no es suficiente con purgar los radiadores, también tendremos que purgar la caldera. El aire en el compartimento de la caldera es una de las causas de un bajo rendimiento sin motivo aparente.

Hay algunos indicios que nos indican que es el momento de llevar a cabo esta operación, a menudo el aire en el interior de la caldera está asociado a sonidos extraños, tales como golpes metálicos procedentes del interior, silbidos líquidos, vibraciones en las tuberías o ecos entre otros. A los que solemos reaccionar reiniciando la caldera, algo que hace que estos desaparezcan de forma momentánea, aunque no es la solución definitiva. Los constantes reinicios pueden provocar el bloqueo de la misma y no terminar con el problema. A continuación, te contamos cómo eliminar las burbujas de aire de la caldera.

Al purgar radiadores antiguos, puede que el agua esté sucia, es normal.
Es recomendable purgar los radiadores para sacar el aire del circuito. | Unsplash

Cómo purgar una caldera

Como ya hemos comentado, purgar los radiadores ayuda a eliminar parte del aire contenido en el circuito, pero si a pesar de ello seguimos teniendo problemas, tendremos que llevar a cabo la misma operación pero esta vez en la caldera. Con esta operación además de aumentar el rendimiento de la instalación evitamos problemas de funcionamiento y la corrosión interna de la misma, algo que hará que se acorte la vida útil de esta.

Para que todo funcione correctamente se recomienda purgar el sistema, incluida la caldera una o dos veces al año, por lo menos al comenzar la temporada, para asegurarnos que funciona correctamente o al finalizar ya que a partir de este momento entra en un periodo largo de inactividad.

Caldera de gas natural.
Caldera de gas natural | Unsplash

Dependiendo del tipo de caldera que tengamos, puede que debamos estar más o menos pendientes de esta acción. Las calderas con purga automática, con la cual de forma autónoma el sistema de calefacción realiza purgas periódicas con las que nos olvidamos de llevar a cabo esta acción. Aunque debemos estar pendientes de que estas no produzcan fugas o incluso la inundaciones de la ubicación en la que se encuentra la mismas. En el caso de las purgas manuales tendremos que ser nosotros quien ejecutemos los siguientes pasos:

  • Comenzaremos apagando la caldera y esperamos a que se enfríe, de esta forma no correremos el riesgo de que se encienda por la acción del termostato. Con el agua estancada el aire asciende separándose del agua y es mucho más sencilla su eliminación.
  • A continuación abre la válvula del purgador para dejar de salir el aire. Lo conseguiremos retirando parcialmente el tapón, no es necesario retirarlo completamente. Si concluido el proceso no hemos acabado con los ruidos será necesario sacar el aire restante a través de la purga de los radiadores. Para localizar el purgador consulta el manual de usuario de tu caldera. En caso de dudas, es mejor dejar este proceso a un profesional.

Si en el proceso la presión ha caído tal vez sea necesario subirla metiendo agua en el circuito o abriendo la llave de llenado hasta alcanzar la presión correcta de nuevo.

Cómo purgar una caldera de gasoil

No todos los sistemas de calefacción son con calderas de gas, también tenemos las alimentadas por gasoil. En este caso la purga debe realizarse en el circuito que conteien el combustible. Cuando notemos que la combustión de los quemadores no es fluida y va como a trompicones, el problema puede estar en las pequeñas burbujas de aire. Estas se forman a menudo cuando el depósito se vacía por completo.

Por lo que es recomendable no dejar que el tanque se vacíe por completo, ya que puede llegar a no arrancar. Del mismo modo sacaremos el aire del circuito con la ayuda de la válvula de purgado, la cual se encuentra generalmente en un costado de la bomba de gasoil, y en esta ocasión no será necesario sacar el aire de los radiadores ya que el aire no se encuentra en el circuito del agua caliente, sino en el propio sistema de combustión de la caldera.

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