Calefacción eléctrica o de gas natural, ¿cuál elegir?

Una de las grandes decisiones que debemos tomar al comprar o alquilar una casa no tiene que ver solo con su orientación, distribución, zona en la que se sitúa e incluso infraestructuras cercanas, sino también un elemento que va a condicionar nuestro gasto a partir de ese momento. Y no es otro que la manera en la que vamos a calentar la casa para tener una buena temperatura en invierno y agua sanitaria durante todo el año. Así que la elección es sencilla, ¿es mejor elegir calefacción eléctrica o de gas natural?

Confort en el hogar.
Confort en el hogar | Unsplash

Tan importante es esta decisión que el 47% del consumo energético de España se destina principalmente a la calefacción, por lo que es palmario que supone una elección trascendental que nos va a condicionar el futuro. Ahora bien, como en todo, suelen escucharse algunos bulos y leyendas urbanas que ponen etiqueta a cada una de ellas: "la calefacción de gas es la más cara de todas", o que "la eléctrica no es eficiente en las horas de mayor frío" cuando tenemos acumuladores que cogen el calor por las noches para soltarlo durante todo el día.

¿Qué ofrece cada una?

Si nos centramos en esos dos tipos de calefacción, que son los más extendidos, hay que tener en cuenta distintas variables a la hora de decidir por cuál nos vamos a decantar. Y no solo el precio es fundamental, también el espacio que ocupan, el mantenimiento necesario, la seguridad de las instalaciones y, por supuesto, su eficiencia y si se sirven de fuentes energéticas limpias y renovables.

Otra de las preguntas importantes es la del precio: ¿cuál es más barata? Resumiendo mucho, la calefacción de gas natural es más económica que la eléctrica por regla general, y así lo indican los profesionales. Por ejemplo, para una vivienda de 80 metros cuadrados en una gran ciudad y habitada por cuatro personas, el precio de la calefacción eléctrica puede salir por 1.397,82€ de coste al año, frente a los 709,5€ de la de gas natural. Es decir, un ahorro de 688,31€.

Calefacción de gas natural

Es uno de los sistemas más demandados por los hogares españoles y cuenta con una principal virtud, el precio, ya que se trata de uno de los recursos más económicos que hay en el mercado. Además, se trata de una tecnología muy probada y extendida que permite un uso instantáneo y sin interrupciones que apenas requiere de espacio de mantenimiento, más allá de las pertinentes visitas que el servicio técnico de la caldera deba realizar cada pocos meses. Lo recomendable es que dos veces al año, un especialista verifique que todo funciona correctamente.

Caldera de gas natural.
Caldera de gas natural | Unsplash

Este último punto es esencial para preservar la integridad y seguridad de la instalación para mantener siempre lejos cualquier peligro de incidente. Algo que con las normativas aplicadas a lo largo de los últimos 20 años se ha visto reducido drásticamente ante la obligatoriedad de situar estas calderas fuera del recinto del hogar, para evitar acumulaciones de gas dentro de la propia vivienda. Eso sí, un requisito importante para poder contratar una tarifa de gas para calefacción y agua sanitaria es que nos encontremos en una zona donde exista cobertura de este tipo, de lo contrario, tendríamos que elevar una solicitud a una distribuidora para formar parte de la red y abonar el coste del enganche.

Ventajas

  • Alta eficiencia
  • Energía limpia y segura
  • Precio económico

Desventajas

  • Precio de la instalación elevado
  • Mantenimiento de los componentes
  • No está disponible en todas las zonas

Calefacción eléctrica

Se trata del segundo sistema de calefacción más demandado y utilizado en nuestro país, entre otras cosas, porque permite su instalación en cualquier lugar, ya que no depende del suministro de un combustible por parte de un tercero, como es el caso del gas natural. La electricidad llega a todas partes. Tanto es así que su instalación también es muy sencilla ya que no es necesario un elemento que caliente el agua o ningún otro componente: cada radiador trabaja de forma autónoma por lo que solo hay que elegir la cantidad que queremos instalar y decidir su lugar en cada habitación.

Radiador eléctrico de bajo consumo.
Radiador eléctrico de bajo consumo.

Además, el usuario no necesita una tarifa extra ya que con el mismo contrato de la luz podrá instalar todo el sistema de calefacción para calentar la casa a demanda. Eso sí, a diferencia de los radiadores necesarios para una calefacción de gas, que se llenan de agua caliente, en el caso de este sistema eléctrico podemos encontrar dispositivos de varios tipos:

  • Radiador de aceite térmico que se calientan a demanda cuando necesitamos dar temperatura a toda la casa
  • Acumuladores de calor, que almacenan la temperatura durante la noche (para aprovechar las tarifas eléctricas de discriminación horaria) para después liberarlo durante toda la jornada
  • Suelos radiantes que producen calor a través de una extensa red de tuberías que llevan agua caliente bajo los suelos de la vivienda

Con todo lo anterior, la calefacción eléctrica ofrece también toda una serie de ventajas e inconvenientes:

Ventajas

  • La instalación es muy económica
  • No requiere mantenimiento
  • Utiliza una energía limpia y segura

Desventajas

  • El precio más elevado del suministro (kWh.)
  • La necesidad de aumentar la potencia eléctrica de la casa

¿Qué sistema de calefacción te conviene?

Por regla general, las casas con calefacción de gas son aconsejables en aquellas viviendas de tamaño medio o grande situadas en zonas de climas fríos durante el invierno, ya que funcionan mucho mejor, más eficientemente y sin interrupciones, durante todo el tiempo que haga falta. Es por eso que ya las distribuidoras de este tipo de energía analizan las áreas que cumplen estos requisitos, para cubrirlas con un servicio eficiente que permita a sus clientes mantener sus casas bien acondicionadas en los meses más crudos del año.

Por su parte, los sistemas de calefacción eléctrica son aconsejables para viviendas pequeñas y que estén situadas en zonas con clima templado o caluroso, donde el consumo se produce de forma puntual, y no de manera intensiva por grandes temporadas de frío, nieve o lluvia. De ahí que este sea el tipo más común de calefacción en zonas cercanas a la playa donde una bomba de calor, o un par o tres de radiadores eléctricos, pueden elevar la temperatura de la casa sin apenas dificultades.

Foto usuario
Cerrar sesión
Los más buscados
    Foto usuario
    Cerrar sesión
    Artículos relacionados