¿Qué elementos de seguridad existen en todas las instalaciones?

La instalación eléctrica es la red mediante la cual la electricidad llega desde el exterior hasta el último enchufe de nuestra casa. Es gracias a ella por la que funcionan todos los electrodomésticos, aparatos eléctricos, las luces y todo lo que conectemos en nuestra casa. Aunque la tensión que recibimos en nuestro hogar es bastante más baja a la que podemos encontrar en los cables de la calle, y se considera segura, es necesario contar con distintos sistemas de protección que garanticen nuestra seguridad y nuestra integridad, evitando así cualquier incidente.

Normalmente podemos hablar de dos tipos distintos de sistemas de protección: los activos, que se encargan de cortar el circuito eléctrico cuando hay sobretensión o cortocircuito, y los pasivos, aquellos que nos protegen indirectamente de posibles incidentes.

Posibles problemas en las redes eléctricas

Hoy en día, cualquier instalación eléctrica tiene que cumplir una normativa muy estricta que garantice su seguridad. Y, aunque es complicado que algo salga mal, en cualquier instalación se pueden dar una serie de problemas que pueden ponernos a nosotros en peligro, o a cualquier otro dispositivo de la red.

Lo más común es el llamado cortocircuito. Este ocurre cuando se unen dos puntos con distinto potencial eléctrico que no deberían estar conectados.

Otra de las averías más comunes que podemos encontrarnos es la sobreintensidad, que es lo que ocurre cuando pasa por un circuito una intensidad superior a la permitida. Puede venir de fuera, o haber sido generada desde dentro. Sea como sea, esta sobreintensidad puede poner en peligro toda nuestra red, los dispositivos conectados a ella e incluso a nosotros mismos. Y, por tanto, debemos erradicarla.

También pueden ocurrir ciertos contactos entre las personas y la instalación eléctrica. Estos contactos pueden ser directos, cuando se toca una de las partes activas del circuito, o indirectos, si ocurren, por ejemplo, por contacto con una masa o derivación.

Sea cual sea el problema, antes de ponernos en peligro actúan los siguientes elementos de protección.

Elementos que nos protegen de la electricidad

Interruptor magnetotérmico

El magnetotérmico es un interruptor automático que se encuentra presente en todas las instalaciones eléctricas. Este interruptor tiene principalmente dos finalidades. La primera de ellas es evitar una sobrecarga de la red, cortando la luz cuando la carga es superior a la permitida por este. Y la segunda es la de actuar en caso de un cortocircuito, detectando cambios nominales en la corriente y cortando el circuito para evitar daños materiales o personales.

Interruptor diferencial

Este interruptor es un dispositivo electromagnético cuya principal finalidad es proteger a las personas de posibles contactos con las partes activas de la instalación (por ejemplo, tocar un cable y recibir una descarga) o de derivaciones generadas por el mal aislamiento de algún elemento de la red. El diferencial actúa junto a la toma de tierra de manera que, cuando se detecta una anomalía, corta el circuito eléctrico protegiéndonos de la electrocución o de daños (como incendios) que pudieran ocasionarse de una derivación eléctrica.

Fusible

Los fusibles están formados por determinados conductores finos que soportan una corriente eléctrica concreta. Cuando se detecta una intensidad superior a la permitida, el fusible se funde (de ahí su nombre), rompe el conductor y el circuito eléctrico queda cerrado y aislado. Para restablecer la corriente es necesario sustituir manualmente el fusible por otro de iguales características. Es importante fijarnos en la intensidad máxima permitida, ya que si colocamos uno mayor no nos protegerá, y uno más pequeño se fundirá al instante.

Interruptor electromagnético

Este tipo de interruptores son más utilizados en empresas y locales que en los propios domicilios, pero también forman parte de la protección eléctrica. Con él podemos estar protegidos frente a corrientes fuertes y sobrecargas que se puedan generar, por ejemplo, al arrancar determinados equipos, como motores eléctricos.

Aislamiento de los cables

El conductor de los cables suele ser normalmente cobre. Sin embargo, este cobre no está al descubierto, sino que está recubierto por un material aislante que nos permite tocarlo sin peligro al recibir una descarga. Este material suele ser un compuesto plástico, aunque también pueden estar cubiertos de goma.

El aislamiento de los cables nos permite también ayudarnos a identificarlos cuando estamos haciendo una instalación eléctrica. Por ejemplo, el azul es el neutro, el negro, marrón o gris la fase, y el verde y amarillo la tierra.

Toma de tierra

La puesta a tierra, o toma de tierra, es un circuito auxiliar que va desde nuestra instalación a tierra, literalmente. Mediante un conductor, se conecta nuestra instalación con una pieza metálica que se encuentra enterrada, con muy baja resistencia, y que permite derivar al suelo cualquier corriente eléctrica o sobretensión que se pueda generar a causa de cualquier fallo en la instalación. De esta manera evitaremos daños a personas o elementos de la red.

Medidas de seguridad de los enchufes

Esta medida de seguridad está pensada para los más pequeños. Los enchufes pueden resultar tentadores a los bebés y niños pequeños, tanto para meter los dedos como para introducir cualquier tipo de objeto. Y si el objeto es conductor, por el motivo que sea, puede haber daños muy graves.

Para evitarlo, podemos colocar en los enchufes una serie de tapones de seguridad. Estos suelen ser de plástico aislante de manera que los orificios queden taponados y no se pueda introducir nada en ellos, quedando el bebé o niño protegido de posibles cortocircuitos y electrocuciones.

Protección al trabajar con electricidad

Es muy raro tener un accidente eléctrico en casa hoy en día. Pero podría llegar a ocurrir. Por ello, lo mejor que podemos hacer es tomar precauciones siempre que vayamos a trabajar con la electricidad. Así, por ejemplo, cuando vayamos a enchufar un dispositivo o electrodoméstico, debemos hacerlo siempre por la parte aislante del enchufe.

Además, si vamos a trabajar con electricidad, siempre debemos asegurarnos de cortar el circuito (incluso cuando vamos a cambiar una bombilla) para evitar posibles contactos, directos o indirectos, con el circuito. E incluso se recomienda usar material protector aislante (como guantes) que nos ayuden a reducir la probabilidad de que algo salga mal.

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