La electrólisis es un proceso mediante el cual los elementos que forman un compuesto se separan cuando se les aplica electricidad. Este proceso es en el que la energía eléctrica se convierte en energía química. Para realizar la electrólisis hay que hacer pasar la corriente eléctrica por un electrolítico y entre dos electrodos llamados cátodo y ánodo. Este proceso fue descubierto en 1834 por Michael Faraday, un físico y químico inglés que es reconocido por elaborar y publicar las leyes de la electrólisis.

Electrólisis en fisioterapia: ¿Que es la electrólisis percutánea intratisular?

La fisioterapia es uno de los ámbitos en los que se aplica la electrólisis, concretamente en un tratamiento invasivo en el que el especialista introduce una aguja maciza de forma cutánea que descarga una corriente eléctrica. Este tratamiento se utiliza con cierta frecuencia porque aporta diferentes beneficios.

Uno de los aspectos positivos de la electrólisis percutánea intratisular es que permite actuar de forma directa sobre una lesión, también ayuda a acelerar los procesos de recuperación. Además, contribuye a mejorar los tejidos y los tratamientos que se aplican con esta técnica presentan una gran efectividad.

La electrólisis se puede emplear en materia de salud y para tratar el agua. Una de las técnicas más empleadas en fisioterapia es la electrólisis percutánea intratisular, también llamada EPI, que consiste en usar una corriente galvánica que se aplica enviando electrones de un polo negativo a un polo positivo con una dosis recomendada. La EPI ayuda a tratar lesiones de músculos y huesos.

La electrólisis del agua: ¿Qué es y para qué sirve?

Cuando se aplica la electrólisis al agua se está llevando a cabo un proceso en el que se separan los gases que componen la propia agua. El resultado de este procedimiento es que se separa la molécula del agua en dos de oxígeno y otra de hidrógeno, que, a su vez, es una fuente de energía limpia y alternativa. Además, se trata de un proceso que se puede aplicar en agua dulce y en agua salada.

En líneas generales cuando se trata el agua con la electrólisis se aplica una corriente eléctrica continua para separar el hidrógeno del oxígeno. Mediante la electrólisis del agua se pueden generar productos de materia petroquímica como el acero, también proporciona la energía necesaria para crear medios de transporte limpios y aporta potencial para conservar energía dentro de la red eléctrica.

Uso de la electrólisis para depilación:

El uso de la electrólisis ha llegado al mundo de la estética en labores como la depilación. Cuando se aplica este sistema se inserta una aguja muy fina en el folículo piloso. Esa aguja descarga una corriente eléctrica que va directamente a la raíz, como consecuencia, se quema la raíz del pelo y eso impide que vuelva a salir el vello.

Un aspecto importante de este tratamiento es que cada folículo tiene que tratarse de una forma individualizada. Este sistema es el adecuado para intervenir sobre puntos como las cejas, la barbilla o los labios.

¿Cómo quitar óxido con electrolisis?

La oxidación del hierro puede suponer un problema, ya que provoca la corrosión de los materiales. Eliminar el óxido es fundamental, para lograrlo se pueden emplear diferentes técnicas y la electrólisis está entre ellas.

Para aplicar este sistema hay que realizar una solución electrolítica introduciendo el objeto en un cubo de agua caliente mezclada con cucharadas de bicarbonato. Después, hay que introducir otra pieza de acero para usarla como cátodo, ya que con la electrólisis el óxido se irá del objeto que hay que limpiar y pasará a formar parte de esa pieza de acero. También es importante que sea una pieza relativamente grande para que una mitad quede sumergida y la otra permanezca en el exterior.

Seguidamente, hay que conectar un terminal negativo adosado a una batería a la parte no oxidada de la pieza a la que hay que quitar el óxido. A continuación, se tiene que conectar el terminal positivo del cargador de batería con el ánodo de sacrificio. El siguiente paso es desconectar el cargador de batería y dejar que el proceso de electrólisis se lleve a cabo en un espacio de tiempo que oscila entre las 12 y las 20 horas. Finalmente, hay que desconectar el cargador de batería y quitar los terminales.