También conocido como aerogenerador, un molino eólico es un dispositivo que permite convertir el viento en energía eléctrica a partir de la energía cinética del mismo, siendo la eólica uno de los tipos de energía renovable más en auge del momento, especialmente en países como España, donde aumentó en 2.243 MW en 2019.

El molino eólico recibe este nombre dada su semejanza con este tipo de construcción, formado por aspas que pueden llegar a girar entre 13 y 20 revoluciones por minuto, ya sea a una velocidad constante o variable, pero siempre en función de la velocidad del viento.

¿Cómo funciona un molino eólico?

El rotor formado por las tres palas del molino eólico potencia la velocidad de giro por minuto, permitiendo que estas se muevan a velocidades de hasta 3.5 m/s, proporcionando una máxima potencia. Poco después, se transfiere la energía a un generador acoplado que se encarga de producir la electricidad.

La energía generada es transmitida posteriormente por el interior del molino hasta su base y de ahí a la subestación a través de una línea subterránea. En esta planta, se eleva la tensión hasta inyectarla en la red eléctrica.

Cada parte del proceso cuenta con una monitorización exhaustiva a fin de detectar incidencias en todo momento.