Los picos de tensión son aumentos de la propia tensión que se producen en la red eléctrica y que se sitúan por encima del nivel nominal. Generalmente duran pocos segundos, aunque en algunas ocasiones se producen de forma permanente. Los picos de tensión pueden provocar graves daños en los electrodomésticos que haya en el hogar o en cualquier artículo que esté conectado a la corriente.

Los aumentos de tensión también pueden generar daños en las personas que se encuentren en el hogar y por eso se recomienda realizar revisiones periódicas en la instalación eléctrica. Normalmente se originan por fallos localizados en la red de suministro o por sucesos repentinos como la caída de un rayo.

¿Cómo protegerse de los picos de tensión?

Es imposible garantizar que no se producirán picos de tensión en una instalación, pero sí es posible reducir las probabilidades de que se produzcan, así como protegerse de sus efectos. Es importante que la instalación eléctrica cumpla con todos los requisitos de la normativa vigente. También se pueden colocar uno o varios protectores en la red eléctrica que ayuden a prolongar la vida útil de la instalación. Normalmente estos protectores están presentes en hogares y oficinas.