La potencia demandada es la cantidad de suministro eléctrico (kW) que se demanda por un consumidor en un momento dado. Se trata de la potencia que pide o reclama el punto de luz para aportar energía eléctrica al domicilio o local comercial, en el que habrá un servicio contratado previamente con la compañía distribuidora de luz.

De este modo, esta potencia demandada incidirá de manera directa en la facturación y precio final del servicio eléctrico para un consumidor. Como ya hemos dicho, esta potencia afectará al suministro que se tenga contratado, por lo que también afectará a la calidad y cantidad que llegue al punto de luz.

Diferencias entre potencia contratada y potencia demandada

Ahora bien, qué diferencia hay entre la potencia que se contrata y la que se demanda en un suministro eléctrico. La respuesta es sencilla. La potencia contratada es, como su propio nombre indica, la que se acuerda con la empresa de electricidad a la hora de cerrar un contrato de luz.

Esta potencia se trata de la potencia activa, que se deberá sacar de la suma y cálculo total de la potencia necesaria para un domicilio o establecimiento comercial. Mientras, la potencia demandada es la que entra en juego durante el uso de la electricidad en un lugar determinado, marcando el consumo que se lleva a cabo. Este tipo de potencia puede ser igual, mayor o superior que la potencia contratada.

Factores que influyen en la potencia demandada

La demanda de potencia es un parámetro que está expuesto a diferentes factores que de una forma u otra repercuten en un gran número de consumidores. Estos son los más destacados.

  • Cantidad de personas: cuanto mayor sea el número de personas que residen en una vivienda o que se encuentran en un centro de trabajo, más alta será la demanda de potencia. Esto se debe a que este factor obliga a que haya numerosos dispositivos que funcionan simultáneamente.
  • Tamaño del lugar de abastecimiento: en este caso una vivienda de un tamaño grande requerirá de una potencia demandada elevada para que todos sus espacios reciban la energía que necesitan.
  • Electrodomésticos: no todos los electrodomésticos requieren de la misma demanda de potencia. Por ejemplo, un aire acondicionado o un horno necesita una demanda de potencia más alta.
  • Consumo medio: aspectos como la frecuencia de uso o la simultaneidad con las que se usan los electrodomésticos repercuten directamente en la potencia demandada.
  • El clima: los climas fríos o los climas cálidos requieren del uso de electrodomésticos que mejoren las condiciones de habitabilidad aportando temperaturas apacibles. Esto sucede con los sistemas de refrigeración y de calefacción.
  • Demandas: grandes instalaciones como las fábricas o los centros comerciales presentan unos consumos de energía muy altos. Cuando esas instalaciones se encuentran en zonas residenciales, la demanda de potencia se ve incrementada.
  • Eficiencia de los electrodomésticos: contar con dispositivos electrónicos que presenten niveles altos de eficiencia energética provocan una demanda de potencia aceptable.
  • Costes de la electricidad: los precios de la electricidad repercuten en la utilización y en el tiempo de uso de los electrodomésticos. Esto también afecta a la potencia demandada.

¿Cómo calcular la potencia demandada?

El cálculo de la potencia demandada se lleva a cabo sumando la potencia que tienen todos los aparatos eléctricos que funcionan de forma simultánea durante un espacio de tiempo determinado. Para ello es necesario consultar la etiqueta o las especificaciones de los dispositivos electrónicos donde se especifica su potencia en vatios. A continuación, se tiene que hacer una estimación del uso simultáneo de los mismos.

Diferencias entre potencia demandada y potencia máxima

La diferencia entre potencia máxima y potencia demandada reside en que la potencia demandada hace referencia a la cantidad de energía eléctrica que necesita una persona en un espacio de tiempo. Por otro lado, la potencia máxima es un valor que muestra el nivel de demanda más alto que se tiene durante un periodo de tiempo específico.

La demanda de potencia es una necesidad que tienen todos los consumidores y es fundamental adaptarla a los diferentes planes que ofrece el mercado. La tarifa fija es uno de ellos y aporta un precio estable del kWh durante todo el día.

¿Cómo afecta la potencia demandada en la factura?

La potencia facturada parte de un cálculo o cifra que se obtiene de la potencia contratada y la potencia demandada. Así, si la primera no supera a la segunda, el precio no se verá alterado. Pero si la potencia demandada es mayor a la contratada, pueden aparecer penalizaciones y una subida de la cuantía a pagar en la factura.