Cuando hablamos de potencia máxima lo hacemos para referirnos a la cantidad que puede llegar a soportar una instalación eléctrica en un momento determinado. También conocida como potencia punta, se refiere a la carga máxima que puede llegar a haber en un grupo eléctrico durante su uso de manera continuada.

¿Qué es la potencia máxima contratada?

En esta línea, cabe recordar que la potencia máxima es un valor a definir a la hora de contratar un servicio de luz con una compañía eléctrica. Esto quiere decir que el cliente o consumidor debe marcar la potencia máxima que deberá de tener su punto de luz para dar el mejor suministro posible, sin cortes, a la instalación eléctrica en cuestión.

¿Qué potencia máxima contratar?

De este modo, será muy importante ajustar bien la potencia máxima contratada en el punto de luz. Hacerlo supondrá un ahorro y mayor seguridad de suministro, en el que se evitarán cortes y sobrecargas. Por esta razón habrá que calcular de manera exhaustiva la potencia necesaria para el uso de todos los aparatos eléctricos y electrodomésticos.

¿Cómo calcular la potencia máxima a contratar?

Para evitar que salten los plomos de manera habitual, se debe calcular el máximo de kilovatios (kW) que vas a necesitar en tu suministro eléctrico. Tienes que prevenir el uso que vas a hacer de ello de manera simultánea.

Es decir, el frigorífico siempre va a estar encendido y a él se sumarán aparatos que suelen usarse con frecuencia como la placa de la vitrocerámica para cocinar, por ejemplo. Sumar ambas cantidades y las de otros electrodomésticos como la lavadora, la plancha o el aire acondicionado nos dará una cifra aproximada de la potencia que se precisa para usarlos todos de manera simultánea.

Diferencia entre potencia máxima y potencia nominal

Ahora bien, ¿en qué se diferencian la potencia máxima y la nominal? Ambas tienden a confundirse y tienen un gran diferencia. Y es que la potencia máxima se refiere a la cantidad total que soporta un grupo eléctrico en un momento determinado y la potencia nominal es la que se produce de manera continuada en una instalación de luz.