La factura de la luz es, sin duda, una de las facturas de suministros más complicadas que podemos encontrarnos. Si alguna vez nos hemos parado a mirar en detalle cualquiera de ellas nos habremos dado cuenta de la gran cantidad de conceptos que la componen: precio de la luz, peaje de acceso, impuestos... y cada uno de estos conceptos puede tener incluso varios precios diferentes (por ejemplo, si tenemos una tarifa con discriminación horaria). Por ello, estudiar una factura de la luz es complicado, por lo que muchos suelen pasar de ello para no acabar con dolor de cabeza. Y, sin saberlo, pueden que estén pagando más de lo que deberían.
Antes de entrar a analizar los distintos conceptos que forman la factura de la luz vamos a ver los dos tipos que hay. El primero de ellos es la factura en papel, la factura de toda la vida que nos mandan por correo cada dos meses y donde veremos todo lo relacionado con nuestro consumo. Y el segundo de ellos, cada vez más popular, la factura electrónica. Esta factura es igual que la factura en papel, pero no llega por correo ordinario, sino que podemos recibirla a través de correo electrónico, o consultarla desde la web de nuestra compañía eléctrica.
Cada comercializadora puede hacer más sencilla o más complicada de entender sus facturas, pero tanto la de papel como la electrónica serán iguales. Nosotros os recomendamos apostar siempre por la factura electrónica, ya que el ahorro del papel ayudará a salvar el planeta.
Qué elementos componen la factura de la luz
Lo primero que nos encontraremos en todas las facturas de las comercializadoras eléctricas son los datos de facturación. En esta parte podremos encontrarnos tanto nuestra información, como clientes, como la información de la comercializadora de luz como de la empresa suministradora. Dentro de estos datos podremos encontrar también la cantidad total que nos toca pagar (sin desglose), el periodo de facturación y la fecha de emisión de la factura.
Acto seguido, podremos encontrar el resumen correspondiente de la factura. Esto es, probablemente, lo que más nos interesa, ya que podremos conocer en detalle qué elementos han sido los que han sumado el total que nos toca pagar:
- Potencia contratada. Debemos pagar una cantidad de dinero por cada kW contratado.
- Consumo. Debemos pagar por la electricidad que hemos consumido, en euros por cada kWh consumido. Cuantos más kWh hayamos consumido en el último periodo de facturación nuestra factura será más o menos elevada. Si tenemos una factura con discriminación horaria, podremos ver dos tipos de consumo, pico y valle, cada uno con su propio €/kWh.
- Impuestos de electricidad. Un impuesto que hay que pagar al gobierno por tener electricidad.
- Alquiler de los equipos. Precio del alquiler del contador instalado, que se paga una cantidad fija al día (establecida por el gobierno).
- Otros costes regulados. Incluyen otros servicios que tengamos contratados, como seguros o mantenimientos. También se incluye, si lo tenemos, el bono social.
- IVA. Al precio total de la factura hay que sumarle el precio del IVA, como a cualquier producto.
Cómo saber si podemos ahorrar en la factura de energía
Hay varios elementos que son fijos en todas las comercializadoras, como, por ejemplo, el impuesto eléctrico o el precio del alquiler del contador. Independientemente de la compañía que tengamos estos gastos van a ser fijos al mes. Lo mismo ocurre con el IVA. Pero el resto de elementos que forman nuestra factura de la luz sí que pueden variar de unas compañías a otras. Y es aquí donde realmente podemos ahorrar.
El primer elemento en el que nos tenemos que fijar para poder ahorrar dinero es en el precio de la potencia contratada. Debemos fijarnos concretamente en el precio del kW/día, la cantidad de dinero que pagaremos al día por cada 1000 W contratados. Cuanto más bajo sea este valor, más ahorraremos en la factura de la luz.
Pepeenergy te ofrece siempre el precio mínimo establecido por el gobierno. Equivale a 0,1042 euros al día, o 0,1039 €/día en caso de ser año bisiesto.
Y el otro elemento que debemos mirar para poder ahorrar en la factura de la comercializadora eléctrica es el precio por kWh. Esto es básicamente la energía que hemos consumido. Cuanto más bajo sea el precio por cada kWh consumido, más reducida será la factura de la luz, así de simple. Pepeenergy vende siempre la energía a precio de coste. Y este precio varía a diario, por lo que todos los meses veremos un precio diferente para cada kWh, pero siempre será el precio mínimo de mercado.
¿Cómo saber si podemos ahorrar? Pues muy sencillo. Simplemente debemos comparar el precio de la potencia contratada, y el de kWh de la energía consumida, y compararlo con los de la última factura que hemos recibido de nuestra comercialziadora eléctrica. Si son más bajos, podemos ahorrar. Si son más altos, entonces tenemos el mejor precio. También podemos calcular nosotros mismos lo que pagaríamos. Basta con realizar dos simples operaciones matemáticas:
Precio de potencia = Potencia contratada (en kW) por el precio en €/kW/día, por 60 días.
Así podremos saber cuánto pagamos por el peaje de acceso a la energía cada 60 días.
Consumo de luz: kWh consumidos por el precio de la energía, en kWh. Así podemos saber cuánto pagaríamos por la energía que hemos consumido.
