Las bombillas de toda la vida son las incandescentes, esas que generan luz gracias a la corriente eléctrica que atraviesa un filamento que adquiere ese típico color “rojo blanco”. Un invento que ha alumbrado las casas de todo el mundo durante más de 100 años y que en los últimos tiempos se ha visto superado, en ventajas, por otro tipo de dispositivos. Concretamente, las llamadas bombillas LED que ofrecen una vida útil mucho más larga y, sobre todo, permiten ahorrar energía y abaratar sensiblemente la factura de la luz. Así las cosas, ¿sabes cuánto consume realmente una bombilla de tipo LED?
¿Qué es la tecnología LED?
A diferencia de las viejas lámparas de incandescencia, o de las fluorescentes que llegaron más tarde, las actuales bombillas LED no recurren a generar luz a través de un filamento incandescente, y se aprovechan de un avance tecnológico que está creado a partir de diodos capaces de emitir luz. Se trata de una lámpara de las llamadas de "estado sólido" y que por sí solas no alcanzan a superar la luminosidad de las viejas bombillas. Es más, uno solo de estos diodos no sería capaz siquiera de acercarse a la intensidad de luz de una bombilla, por lo que hacen falta una agrupación de ellos para alcanzar las cantidades necesarias.
La gran ventaja de estas lámparas LED es que pueden aplicarse prácticamente sobre cualquier superficie o forma, por lo que es muy común verlas adoptando tareas de decoración en paredes, techos, calles y carreteras, grandes carteles publicitarios, señales de tráfico y prácticamente cualquier sitio donde podamos imaginar que es necesario algún tipo de iluminación. Las bombillas LED tienen la particularidad de que funcionan con corriente continua (CC) por lo que es necesario un circuitería interna capaz de transformarla desde la fuente de corriente alterna (CA).
¿Qué ventajas tiene la iluminación LED?
Sobre el papel, la iluminación LED, en todas sus formas, ofrece grandes ventajas sobre la tradicional, no solo por la facilidad para utilizarla de las formas más imaginativas posibles, sino también a la hora de manipularla o de rebajar la factura de la luz. Sobre todo cuando la utilizamos de forma tradicional con bombillas que instalamos en las lámparas de la habitaciones, etc.
- Consumen mucha menos energía que las lámparas de filamentos.
- Su vida útil es más larga que la de las bombillas tradicionales.
- Son muy eficientes y no generan apenas calor.
- En su fabricación no se utilizan metales pesados como el mercurio.
- No necesitan un espacio de tiempo para alcanzar su máxima luminosidad: esta se produce de forma instantánea.
- En los modelos más avanzados es posible elegir la temperatura de la luz y su intensidad de forma personalizada.
- Las bombillas LED ofrecen, también, la opción de cambiar la tonalidad de la luz que producen a demanda del usuario.
Bombillas LED.
Eso sí, todo lo anterior se ve ensombrecido por un precio algo mayor que en el caso de las bombillas incandescentes, aunque con el paso de los años esa diferencia se ha ido reduciendo considerablemente. Ahora mismo, es común encontrar bombillas LED a precios muy, muy competitivos.
¿Cuánto consume cada tipo de bombilla?
No hace falta mostrar datos para saber que una vieja lámpara incandescente va a suponer un mayor gasto de consumo energético, pero nunca está de más ofrecer las cifras concretas, esas que sí nos permiten hacernos una idea del ahorro que estamos llevando a cabo diariamente cada vez que encendemos la luz de una habitación.
Recordad que las viejas bombillas se compraban por vatios de potencia, por lo que así podéis obtener una referencia en el listado a continuación. Por tanto, si tomamos como referencia la misma cantidad de luz, lo que gasta cada tipo es:
450 lúmenes
| Tipo de lámpara | Consumo |
|---|---|
| Incandescente | 40W |
| Bajo consumo | entre 9 y 13 W |
| LED | entre 4 y 9 W |
800 lúmenes
| TIPO DE LÁMPARA | CONSUMO |
|---|---|
| Incandescente | 60 W |
| Bajo consumo | entre 13 y 15 W |
| LED | entre 10 y 15 W |
1.100 lúmenes
| TIPO DE LÁMPARA | CONSUMO |
|---|---|
| Incandescente | 75 W |
| Bajo consumo | entre 18 y 25 W |
| LED | entre 10 y 15 W |
1.600 lúmenes
| TIPO DE LÁMPARA | CONSUMO |
|---|---|
| Incandescente | 100 W |
| Bajo consumo | entre 23 y 30 W |
| LED | no existen |
2.600 lúmenes
| TIPO DE LÁMPARA | CONSUMO |
|---|---|
| Incandescente | 150 W |
| Bajo consumo | entre 30 y 52 W |
| LED | no existen |
Aunque no podremos obtener una cantidad exacta de cuál es el coste concreto (ya que el precio fluctúa y no conocemos el impacto concreto de cada bombilla en la factura respecto de todos los aparatos que consumen energía de la casa), estas cifras que tenéis más arriba sí que os pueden servir de referencia para calcular el ahorro total. Es decir, qué vamos a ganar sustituyendo nuestras bombillas de filamento por las nuevas LED. Así por ejemplo, en el caso de los modelos más comunes, de 45W, el ahorro puede oscilar ente el 80 y el 90%, lo que es una cantidad significativa si optamos por esta tecnología en toda la casa.
Si miramos en el segmento de las bombillas de 60W el ahorro también es importante, con tasas que oscilan entre el 75 y el 85%, por lo que es evidente que decantarnos por la tecnología LED es una opción más que razonable para reducir la factura de la luz.
