Bombeo solar es el nombre que recibe un sistema que está compuesto por unos paneles fotovoltaicos que generan una energía a través de la absorción de la luz del sol, y que, por lo tanto, está catalogada como sostenible y renovable. A su vez, ese sistema está conectado a una reserva de agua como puede ser un lago, un río o un manantial y extrae el agua conduciéndola a un punto concreto sin necesidad de recurrir a sistemas contaminantes.

El uso del bombeo solar se ha extendido en regiones secas en las que el acceso al agua resulta relativamente complicado. Además, este sistema tiene un coste muy bajo y se estima que se amortiza en un espacio de tiempo que oscila entre los 5 y los 10 años. Estos rasgos han provocado que su uso haya aumentado considerablemente. Se trata de un sistema que aprovecha las prestaciones de la energía solar con el objetivo de alcanzar la máxima eficiencia.

¿Cómo funciona el bombeo solar?

El funcionamiento del bombeo solar no es excesivamente complicado. Cuando este sistema está en pleno funcionamiento, la energía fotovoltaica se convierte en energía eléctrica. Posteriormente, esa energía pasa a una bomba por medio de un controlador. La bomba es un punto fundamental en ese sistema y el controlador es el elemento que provoca que esta gire cuando no hay una gran radiación solar incidiendo sobre el equipo de bombeo solar.