La energía secundaria es el nombre que reciben los recursos energéticos que se generan después de haber pasado por un proceso de elaboración que puede llegar a ser complejo. Como base de la energía secundaria aparece la energía primaria, que es aquella que es generada por la propia naturaleza y que es tratada para crear la energía secundaria. Generalmente, esa energía secundaria es la que posteriormente consumen los usuarios. También puede darse el caso de que aparezcan una serie de componentes que pueden ser considerados tanto primarios como secundarios.

A día de hoy los dos grandes tipos de energía secundaria son el hidrógeno y los derivados del petróleo. Otra energía secundaria que no pasa desapercibida es la electricidad, que también es usada diariamente y que procede de la transformación de energías renovables y no renovables. Entre ellas se encuentran la energía nuclear o el petróleo como fuentes no renovables o la energía eólica y la solar como fuentes renovables.

Energía primaria vs secundaria ejemplos

A priori, los conceptos de energía primaria y energía secundaria pueden parecer contrapuestos, pero realmente son complementarios, esto se debe a que la energía secundaria no podría ser generada sin el tratamiento de la energía primaria que se extrae del medio ambiente.

Como grandes ejemplos de energías primarias aparecen todas las renovables, entre ellas destacan la biomasa, la geotérmica o la eólica. Aunque para que esas energías puedan ser utilizadas o tratadas deben ser extraídas, pero este factor no influye en que su verdadero origen se encuentre en la naturaleza.

Una vez que se tratan esas energías primarias se obtienen las energías secundarias, como ejemplos destacan la propia electricidad, el fueloil, el coque o el queroseno. Estos tres últimos combustibles son considerados derivados del petróleo.