Energía primaria es un concepto que sirve para englobar a todas las fuentes de energía de origen renovable. Además, este término menciona de forma concreta a esas fuentes cuando se encuentran en su estado original y sin que sufran ningún tipo de alteración.
Existen diferentes ejemplos de energías primarias, puesto que entre ellas se encuentran todas las renovables. Algunas de ellas son la solar, la eólica, la geotérmica o la biomasa. Además, el concepto energía primaria también se usa para mencionar lugares y materiales como los depósitos de carbón o de gas natural.
La energía primaria es una fuente esencial para generar una serie de productos que posteriormente pueden ser utilizados y consumidos por el ser humano. Pero para ello, esa energía primaria se tiene que procesar, y cuando eso ocurre, pasa a llamarse energía secundaria.
Un aspecto importante es que no existe una producción de la energía primaria como tal. El motivo es que se trata de una energía que se obtiene directamente de la naturaleza. El sol, el viento o el agua forman parte de esta modalidad de energía. Mientras que la electricidad sería una excepción de energía primaria porque esta sí tiene que ser producida para su obtención.
Cuáles son las fuentes de energía primaria
Al delimitar cuáles son las fuentes de energía primaria aparecen ejemplos claros como el viento, el agua, el sol, el calor de la tierra o el mar. Estas fuentes de energía también destacan por ser renovables y eso quiere decir que se encuentran en el propio planeta y de forma ilimitada.
Por otro lado, también sobresalen las fuentes de energía primarias no renovables. Entre ellas aparecen combustibles como el carbón, el petróleo o el gas. Además, a esta clasificación se están sumando los materiales radiactivos. Estas fuentes tienen la característica de encontrarse en el planeta, pero de forma limitada.
Fuentes de energía primaria renovables
Las fuentes de energía primarias renovables, además de ser el origen de otras energías secundarias, llaman la atención por ser fuentes de energía limpia. Además, la concienciación por el cuidado del planeta ha llevado a que se usen con frecuencia. Estas son las más utilizadas.
- Fotovoltaica: se trata de una fuente que transforma la radiación del sol en electricidad.
- Geotérmica: en este caso se emplea la temperatura del interior de la tierra para climatizar determinados espacios.
- Mareomotriz: este tipo de energía aprovecha la subida y la bajada de las mareas y de su efecto gravitacional para aportar electricidad.
- Biomasa: la biomasa usa la fracción orgánica de los residuos que genera la actividad humana para crear energía eléctrica, energía térmica y biocombustibles.
- Solar térmica: cuando entra en acción esta energía se produce el calentamiento de un líquido que da como resultado la transmisión de calor.
- Eólica: en este caso se produce una conversión de la energía del viento y de las propias corrientes del aire en energía eléctrica.
- Undimotriz: se trata de una fuente que transforma la fuerza de las olas en electricidad.
- Hidráulica: la energía hidráulica usa el movimiento del agua para crear energía eléctrica.
¿Cómo se transforma la energía primaria en energía secundaria?
Las energías secundarias son imprescindibles porque las utiliza el consumidor de forma directa. Entre ellas se encuentran los derivados del petróleo y la electricidad. Para obtener estas energías es necesario que la energía primaria se someta a un proceso de transformación.
Un ejemplo es el de la refinería de petróleo que descompone esa materia en todo tipo de componentes. Posteriormente, esos componentes se usan como energía final en la industria o en los hogares. Por otro lado, en las centrales solares térmicas, diferentes materiales son sometidos a un proceso de combustión para aportar un vapor de agua que termina moviendo unas turbinas. El resultado es la producción de energía mecánica. Posteriormente, esa energía se convierte en energía eléctrica.
En lo que respecta a las centrales nucleares, dan forma a un proceso de fisión nuclear que genera vapor de agua o calienta agua que termina moviendo unas turbinas que producen electricidad. Siguiendo esta línea también aparecen las centrales solares fotovoltaicas, donde se transforma la energía del sol en electricidad a través de la captación de la radiación solar por parte de paneles fotovoltaicos. Otro ejemplo es el de la central hidráulica que aprovecha los saltos de agua para mover unas turbinas que terminan generando electricidad.