El hidrógeno químico es un elemento que tiene un uso muy habitual y que, además, es muy valorado en el mercado. Este elemento se puede manifestar en diferentes colores que cambian en función del origen que tenga el propio hidrógeno.

¿Cuáles son los tipos de hidrógeno empleados más habituales?

Los tipos de hidrógeno más habituales son el gris, que se obtiene de combustibles fósiles y del reformado gas natural, y el verde, que es una opción que se puede considerar como ecológica porque se obtiene del agua aplicando la electrólisis. El hidrógeno azul es una alternativa que se ubica en un punto intermedio entre el gris y el verde.

Al igual que ocurre con el hidrógeno gris, el azul también se obtiene del gas natural reformado. La diferencia es que para conseguir este tipo de hidrógeno se emplea el dióxido de carbono con el objetivo de que no genere una contaminación que dañe a la atmósfera. De hecho, cuando se obtiene el hidrógeno azul se generan una serie de residuos de CO2 que se guarda en pozos geológicos o que incluso se puede vender.

El hidrógeno azul se usa como combustible para producir electricidad para aportar calor a los edificios. También es muy útil para que vehículos como los coches, los camiones o los trenes reciban la electricidad que necesitan para funcionar. Además, es muy valorado por tener una baja carga de carbono.