Un receptor eléctrico es aquel elemento capaz de aprovechar el contacto con la corriente eléctrica para producir un efecto concreto.

En este caso, se encarga de transformar la energía eléctrica en otro tipo de energía útil. Entre este tipo de receptores encontramos ejemplos como las resistencias, las lámparas o, especialmente, los motores.

Tipos de receptor eléctrico

Partiendo del concepto base, el receptor eléctrico se puede dividir en diferentes tipos:

  • Receptores térmicos: Dispositivos que permiten la transformación de la energía en calor. Por ejemplo, planchas y estufas.
  • Receptores lumínicos: Aquellos dispositivos que reciben energía eléctrica y la transforman en luz. Por ejemplo, las lámparas.
  • Receptores electroquímicos: Son aquellos que permiten transformar la energía eléctrica en energía química, lo cual da lugar a las llamadas reacciones químicas. Por ejemplo, las células electrónicas de cualquier equipo.
  • Receptores mecánicos: Una máquina que transforma la energía eléctrica en energía mecánica. Por ejemplo, los motores eléctricos de corriente continua.