¿Qué son y cómo funcionan los coches impulsados por gas?

Blog Pepeenergy

Un vehículo sostenible

Cuando hablamos de sostenibilidad, lo primero que nos viene a la mente son los vehículos eléctricos. Aunque además de estos estos existen otras opciones poco contaminantes y con las que podemos contribuir al cuidado del planeta, los vehículos propulsados por gas. A continuación, te contamos todo lo que debes saber de estos vehículos.

¿Qué son los coches de gas?

Los coches de gas son los grandes olvidados por los fabricantes y usuarios, aunque en realidad representan una alternativa a los vehículos de combustión tradicionales. Junto a los eléctricos y los híbridos, gracias a sus prestaciones pueden considerarse vehículos limpios además de una solución económica. En resumen, sus motores mecánicos son propulsados por gas licuado, que emiten menos contaminantes a la atmósfera.

¿Cómo funcionan los coches de gas?

Como ya hemos mencionado, estos vehículos son similares a los vehículos de combustión convencionales, disponen de un motor mecánico, y en lugar de usar combustibles fósiles como la gasolina o el Diesel, utilizan gas licuado para producir la energía necesaria para su funcionamiento. Con la salvedad de que son menos contaminantes y podemos considerarlos vehículos limpios.

coches de gas
Google Maps dentro del coche. | Unsplash

El gas se almacena en un depósito en el que se almacena el gas, que llega hasta el motor. Donde un reductor-vaporizador a través de presión convierte el líquido en gas, que llega a alimentar los inyectores hasta llegar a los cilindros. A partir de ese momento el funcionamiento es el mismo que en un motor convencional. El movimiento del motor se transmite a las ruedas del vehículo lo que permite desplazarnos. El suministro de gas y la velocidad del vehículo dependen tanto del acelerador como del freno y con el embrague cambiamos de marcha, por lo que no notamos diferencia alguna con un coche al uso.

¿Qué tipos de coches de gas existen?

Al igual que sucede en otros tipos de motorizaciones, no existe un único tipo de gas. Dependiendo de la capacidad de estos motores para funcionar como otros combustibles y el tipo de gas que usan, podemos clasificarlos en varios tipos.

Los vehículos impulsados por GLP o gas licuado de propano, resultan ser una elección ecológica y económica. Es quizás una de las motorizaciones más comunes que podemos encontrar para turismos, con varios modelos y fabricantes. La mezcla de gases como el propano y butano, ofrece un buen rendimiento al mismo tiempo que reduce la emisión de partículas nocivas y CO2 al ambiente.

Para vehículos de mayor capacidad como flotas comerciales y vehículos de servicio público como autobús o camiones de limpieza, el combustible más consumido es el GNL o Gas natural líquido. Con un rendimiento similar a los vehículos con motor de gasolina, pero mucho más limpio y sostenible e incluso de que la opción anterior el GLP.

Si buscamos un vehículo versátil que podemos usar tanto con gasolina como con gas, la opción a tener en cuenta en estos casos son los alimentados con Bifuel. La opción perfecta cuando necesitamos repostar y continuar con nuestra actividad incluso si no tenemos una estación de servicio con gas disponible en todo momento. Reduciendo las emisiones de nuestro vehículo.

Ventajas de los coches de gas

Como sistema tiene sus pros y sus contras, aunque como sucede con los automóviles sostenibles su precio es elevado en este caso se compensa con el precio de los combustibles. Aunque a continuación analizaremos los aspectos a favor de este sistema.

Una de las principales ventajas, como ya hemos comentado en varias ocasiones, es la sostenibilidad de estos con la baja emisión de agentes contaminantes.

A nivel económico, en comparación con los combustibles tradicionales, el precio de estos es menor al mismo tiempo que también lo es su mantenimiento.

A diferencia de los vehículos eléctricos, el tiempo de repostaje es similar al de los vehículos de combustión, así como el número de puntos de venta. Por otro lado, como es el caso del biodiesel otro punto a favor es su versatilidad.

Al tratarse de vehículos ecológicos, podremos acceder a las zonas de bajas emisiones que se están implementando ya en muchas ciudades.

Por el momento existen ayudas para incentivar la compra de estos vehículos, ya sea con ayudas directas a la adquisición o con rebajas en los impuestos municipales.

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