Acumuladores eléctricos: qué son y cómo funcionan

Acumulador eléctrico: qué es y cómo funciona

La electricidad que consumimos en nuestra casa no se almacena en ningún lugar. Esta se genera en los generadores, viaja por la red eléctrica hasta las distribuidoras, llega hasta nuestro hogar y nosotros la consumimos.

Todo en tiempo real. Sin embargo, hay ocasiones en las que puede ser necesario acumular tanto la electricidad como otro tipo de energía de manera que podamos garantizarnos un suministro eléctrico constante, o simplemente ahorrar dinero. Aquí es donde entran en juego los acumuladores eléctricos.

¿Qué es un acumulador eléctrico?

El acumulador eléctrico es un dispositivo similar al mecanismo de las famosas pilas. Tal y como su nombre deja intuir, el acumulador eléctrico permite acumular energía eléctrica para su posterior uso a partir de diferentes procedimientos, siempre en función del fin pero, especialmente, del tipo de acumulador.

En cualquier caso, muchos de ellos comparten características similares, siendo el acumulador eléctrico de calor, presente en muchos hogares, uno de los mejores ejemplos. En este caso, el acumulador eléctrico acumula energía que permite calentar el aluminio o cualquier otro material del que está compuesto el radiador.

Tipos de acumuladores eléctricos

Más allá del típico radiador eléctrico, estos son los tipos de acumuladores eléctricos más comunes:

  • Acumuladores eléctricos de calor estáticos: Engloban todos aquellos dispositivos que cuentan con un sistema de aislamiento térmico, lo cual permite expulsar el calor a través de radiación. Aunque no son de los más efectivos, ya que no aprovechan del todo el calor acumulado, sí permiten calentar un inmueble o local con la eficiencia necesaria, siendo uno de los tipos más comunes y sencillos de accionar.
  • Acumuladores eléctricos de calor dinámicos: Mucho más codiciados que los anteriores, los acumuladores dinámicos cuentan como principal ventaja con su capacidad para aprovechar hasta el 85% del calor que acumula. El motivo no es otro que un sistema que permite eliminar el calor a través de una turbina conectada con el acumular, lo cual fomenta la expulsión del calor acumulado.
  • Acumulador de calor solar: Cada vez más recurrente en el mercado, este acumulador propicia las diferentes iniciativas sostenibles alimentadas por la energía solar. En este caso, este acumulador eléctrico acumula energía directamente extraída del sol y la convierte en agua que, posteriormente, puede acumularse o transmitirse a un calentador auxiliar.

Existen también otros tipos de acumuladores eléctricos, como los hidráulicos, pero estos son más utilizados en empresas, como medidas de control y seguridad, que en el hogar.

Ventajas de usar acumuladores eléctricos en tu casa

A diferencia de otros sistemas de calefacción, la instalación de estos dispositivos es de lo más sencilla. Solo necesitamos un enchufe donde poder conectarlos. En algunos casos será necesario adecuar nuestra instalación electrica a las circunstancias. Pero sobre todo no tenemos que hacer grandes obras en la que instalar cañerías de agua que recorran nuestro hogar. Además, a la hora de las averías, son mucho más agradecidos. En su funcionamiento no intervienen elementos como gas o el agua, que tantos desperfectos suelen causar cuando tenemos una fuga. Por lo que, si tenemos un problema con uno de los radiadores, no será necesario dejar de usar el resto, por lo que no pasaremos frio a pasar de la avería.

Eficiencia y confort

Cuando instalamos un sistema de calefacción por acumuladores, colocamos un radiador en cada una de las estancias de la casa. Estos funcionan de forma independiente al resto y podemos ajustar tanto la temperatura como la carga en función de las necesidades de cada habitación. Por lo que en aquellas zonas de la casa que son más cálidas podemos ajustar la temperatura unos grados y ahorrar energía.

Como ya hemos comentado, podemos programarlos para que almacenen energía en aquellos momentos en los que el precio de la misma en más bajo, de esta forma también se produce un ahorro importante. También podemos contratar tarifas con horarios discriminados, en los que el precio de la energía es más bajo en determinadas horas. Comenzando a funcionar en el momento adecuado sin hacer consumo alguno, con la energía que han acumulado en su interior. Son varias las ventajas que podemos obtener de su uso.

Su sistema permite cargar solo la energía optima necesaria para su correcto funcionamiento, por lo que no se producen perdidas de calor y energía innecesarios por exceso de energía almacenada. Programando la carga en los horarios idóneos podremos ahorrar entre un 50 y 60% en la factura sin renunciar al confort.

Además de una regulación centralizada sin necesidad de realizar otros ajustes, podemos integrarlos en sistemas de gestión remota, la cual permite encender y apagar, asi como gestionar todos los ajustes del dispositivo sin necesidad de estar en el domicilio. Gracias a su diseño compacto, podemos instalarlos en cualquier lugar de la casa e integrarlos en la decoración. Son fáciles de manejar y algo muy importante, no es necesario tener un servicio de mantenimiento. Tan solo seguir las instrucciones de cuidado y limpieza que nos indique el fabricante.

ACUMULADOR ECOMBI

¿Necesito un acumulador eléctrico? Y en ese caso, ¿de qué tipo?

Cualquier persona, en cualquier casa, puede instalar un acumulador eléctrico. Y todos ellos nos permitirán, a su manera, ahorrar energía y reducir la factura de luz, o de gas, a final de mes. Por ejemplo, si tenemos una calefacción de gas o gasoil, podemos instalar un calentador de agua, o un radiador eléctrico, con el que aprovechar la electricidad para calentar el agua o los radiadores en lugar de hacerlo con la caldera de gas.

Si recargas los acumuladores en las horas valle de una tarifa con discriminación horaria, ahorrarás aún más dinero.

Estos acumuladores son opcionales. Hay gente que los pone en casa, pero otras personas que están en contra y prefieren usar la caldera de gas, o gasoil, para calentar el agua y los radiadores. Todo es totalmente válido. Sin embargo, si tenemos en nuestra casa una instalación para generar energía solar, es recomendable contar con un acumulador eléctrico fotovoltaico. Este nos permitirá almacenar energía, como una batería, cuando generemos de sobra y podremos usarla cuando no haya sol, por ejemplo, por las noches. O cuando tengamos un consumo muy exigente y no queramos depender de la red eléctrica.

Cómo instalar un acumulador eléctrico

Dependiendo del tipo de acumulador, este se instalará de una forma o de otra. Un acumulador eléctrico fotovoltaico se instalará a continuación de los paneles, antes de la red eléctrica de nuestra casa, un radiador eléctrico en cada habitación, junto a un enchufe, y un calentador de agua al principio del circuito de agua caliente.

Los radiadores eléctricos no tienen demasiada dificultad. Si son portátiles podremos llevarlos donde queramos, y si son fijos colgarlos en la pared. Pero un calentador de agua, o un acumulador fotovoltaico, son bastante más complicados de instalar. Por lo tanto, debemos acudir a un técnico especializado que se encargue de elegir cuál es el mejor lugar para colocarlo, y se encargue también de toda la instalación y puesta en marcha. No corras peligros innecesarios.

Averías más comunes y cómo repararlas

Dependiendo del tipo de acumulador eléctrico que tengamos en nuestra casa, este puede tener unas u otras averías. Los acumuladores suelen estar bien sellados, tanto por seguridad del usuario como para aprovechar mejor la energía. Por lo tanto, la mayoría de las veces las averías se encuentran en el interior: fugas, problemas de presión, rotura de resistencias, etc.

Nunca debemos intentar reparar los acumuladores nosotros mismos, por sencillo que pueda parecer. Siempre debemos acudir a un técnico especializado que analice el problema y se encargue de solucionarlo. Esto es porque, a veces, un problema viene derivado de otro, o porque una mala reparación puede ponernos en peligro.

Acude siempre a un técnico especializado para reparar los acumuladores.

Comparativa de consumo: acumuladores eléctricos frente a sus alternativas

Las comparativas siempre son odiosas, pero hay veces que se hacen necesarias para encontrar las mejores soluciones. Es este caso la comparación debemos hacerla con radiadores eléctricos convencionales. Según un estudio de la OCU, el gasto anual para calentar una vivienda de 90 metros con acumuladores eléctricos es de 1.076 euros.

rente a los 1.174 euros que nos costaría con los radiadores eléctricos convencionales . La diferencia es mucha si la comparamos con otros sistemas como la aerotermia en la que el gasto es de 308 euros. Aunque siempre tenemos que tener en cuenta el coste inicial de la instalación, que en el caso de la aerotermia es mucho mayor que el de los acumuladores.

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