¿Cuánto dinero hace falta para montar un huerto solar?

Con el paso de los años hemos visto cómo ha ido transformándose el paisaje, que poco a poco se va pintando de placas solares. Estas han sustituido a los cultivos tradicionales de cada zona: girasoles, trigo, cebada o patatas han cedido su espacio a las hileras de paneles solares orientados hacia el sol, recogiendo sus rayos y transformándolos en energía. Por eso queremos averiguar cuánto dinero hace falta para montar un huerto solar.

El precio de la electricidad, las ayudas a la instalación, la búsqueda de energía más limpia y la rentabilidad son algunos de los motivos por los que muchos han decidido cambiar los cultivos por una inversión a futuro.

Estos han tenido una muy buena acogida por parte de todos los implicados, desde el consumidor que recibe energías limpias, como los gobiernos e instituciones públicas, los inversores y los propietarios del suelo.

De ahí que cada vez encontramos más huertos solares, que es el nombre que reciben estas extensiones de terreno plagadas de paneles. La creación de estos requiere una fuerte inversión previa, a continuación, te contamos cuánto cuesta montar un huerto solar.

Las farolas solares toman su fuente de energía de pequeños paneles solares que almacenan su potencia durante el día.
Huerto solar. | Unsplash

¿Cuánto cuesta montar un huerto solar?

Montar un huerto solar no es barato, antes de comenzar a producir beneficios tenemos que hacer una inversión importante, el montante de esta dependerá de si el terreno es nuestro o tenemos que alquilarlo, las dimensiones y la ubicación del mismo, entre otros factores. Vamos a profundizar un poco más en esto.

Son cuatro los principales factores los que intervienen principalmente en el coste. Comenzaremos por el aspecto más básico, el terreno. El precio de compra del terreno o el alquiler del mismo se ve condicionado por las características de este, su ubicación y cómo incide el sol durante todo el año.

El precio medio de la hectárea desde la mitad hasta el sur de la península está entre los 1.500 y los 1.600 euros, mientras que según nos vamos desplazando hacia el norte el precio se desploma hasta los 500 euros de media. Aunque el precio máximo en algunas zonas privilegiadas puedes llegar a alcanzar los 30.000 euros por hectárea.

Además del coste del suelo, debemos incluir el valor de la instalación en sí, en el que debemos incluir desde el tipo de placa y las características de las mismas, los controladores de energía, el cableado, las estructuras de fijación, así como el inverso y la mano de obra.

Pero estos no son los únicos gastos que debemos asumir a la hora de montar nuestro propio huerto solar. Antes de iniciar el proyecto debemos llevar a cabo un estudio de viabilidad, para asegurarnos que tiene las características adecuadas para conseguir una buena rentabilidad. No debemos olvidarnos de las licencias y permisos que debemos solicitar a la autoridad competente en cada caso. Así añadir el coste de los sistemas de monitorización, seguridad y los seguros. Cabe mencionar que este tipo de actividad también está gravada con impuestos municipales a los que también debemos hacer frente.

Por último, debemos reservar otra parte para cubrir los gastos de mantenimiento y reparación, de cara a suplir las piezas desgastadas asegurándonos así el mayor rendimiento de la instalación a futuro.

Estos gastos pueden variar considerablemente dependiendo del lugar en el que nos encontremos y del tamaño de nuestra instalación. Por lo que para cuantificar la inversión debemos contactar con profesionales que nos hagan un presupuesto.

Bienvenidos al lado verde de la energía: las placas solares.
Bienvenidos al lado verde de la energía: las placas solares. | Unsplash

¿Por qué tener un huerto solar fotovoltaico?

El principal motivo tiene que ver con la generación de energía limpia, con la que ayudamos a cuidar del planeta. Por otro lado, tener un huerto solar es económicamente rentable. El periodo de amortización de estas instalaciones es de 8 a 10 años, un corto plazo si lo comparamos con otras inversiones, teniendo en cuenta que la explotación de estas puede llegar a alcanzar hasta los 30 años. Periodo en el que obtendremos la máxima rentabilidad de nuestra inversión una vez amortizada.

Calcular la rentabilidad de la instalación es algo más complicado ya que tenemos dos opciones a la hora de vender la energía. Hace algunos años, hasta 2013, el gobierno aseguraba la retribución fija por Kilovatio hora en periodos de 30 años. Algo que ha cambiado ahora dependemos de dos fuentes.

La comercialización mediante un contrato PPA (Power Purchase Agreement), lo que supone un contrato de compraventa directo entre los proveedores y los usuarios. Estos usuarios suelen ser de poblaciones cercanas a la instalación, y que consuman la totalidad de la producción. O apostar por la venta en el mercado diario de la electricidad. De forma que dependiendo del día el precio puede variar.

Aun así, no debemos preocuparnos por si la instalación es rentable. Siempre y cuando hayamos tenido en cuenta los estudios de viabilidad y rentabilidad, previos a la realización de la instalación, está asegurada a medio plazo.

Además, teniendo en cuenta que se trata de un producto muy demandado actualmente, los gobiernos están apostando por la energía limpia y sostenible. El sector disfruta de ayudas y subvenciones para impulsar las iniciativas que favorecen su desarrollo, minorando los costes de instalación.

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