El enganche eléctrico es la acción de conectar un domicilio a un punto de suministro de electricidad. Se trata del primer paso en el suministro eléctrico cuando un hogar se da de alta en el servicio de electricidad.

Este enganche conlleva el pago de unos derechos, reconocidos como derechos de enganche, a la compañía de energía por el acoplamiento de la instalación eléctrica a sus redes de distribución.

¿Cómo se lleva a cabo un enganche eléctrico?

Para llevar a cabo un enganche eléctrico se necesita la presencia y actuación de un especialista o electricista que lleve a cabo esta conexión. Además, puede que se solicite la aportación del CUPS (Código Universal de Punto de Suministro) para dar de alta la luz en la vivienda o oficina.

El CUPS es permanente y no cambia, siendo un código de unos 20 o 22 dígitos, que identifica el punto de abastecimiento energético. Mediante esta clave se establece que el lugar en cuestión recibe electricidad o, lo que es lo mismo, el suministro eléctrico llega hasta la vivienda y puede realizarse un enganche eléctrico en la misma.

¿Qué es un enganche eléctrico ilegal?

Pero, cuidado. La acción de conectarse a un punto de suministro eléctrico a veces se llama a cabo de manera ilícita, sin la supervisión o contratación del servicio de energía eléctrica mediante una compañía autorizada. En este caso se estaría ante un fraude eléctrico, que ahora mismo representa la estafa más perseguida por la industria de la luz.

¿Qué hacer ante un enganche eléctrico ilegal?

La manipulación del suministro eléctrico sin autorización de la empresa que lo gestione conlleva la aparición de varios problemas de diferente índole. Por un lado estaría un gran riesgo para la seguridad ciudadana.

Este fraude eléctrico puede provocar peligro de incendio al haber manipulado la instalación sin formación específica, averías graves o incluso la muerte de los que lo realizan por electrocución.

Y, por otro lado, también podrían producirse graves consecuencias legales si se detectan estas estafas por la compañía eléctrica, con multas de elevado coste para sus responsables e incluso batallas judiciales.