También conocido como biocarburante, el biocombustible es una combinación de diferentes sustancias de procedencia orgánica utilizadas como combustible en motores de combustión interna. A su vez, el biocombustible deriva de la biomasa, formada por varios microorganismos procedentes de desechos naturales como pueden ser estiércol de animales o restos de leña, entre otros ejemplos.

Se trata de una alternativa dentro del mundo de las energías renovables enfocada a sustituir los combustibles fósiles tradicionales tales como el petróleo o el carbón.

Tipos de biocombustible

Dentro del mundo de los biocombustibles podemos englobar dos tipos diferentes:

  • Bioetanol: También conocido como etanol de biomasa, es aquel biocombustible obtenido a partir de la caña de azúcar o la remolacha, siendo Brasil el principal productor de este componente.
  • Biodiesel: Nace de la combinación de aceites vegetales como, por ejemplo, el aceite de palma extraído principalmente de países asiáticos como Malasia o Indonesia y africanos como Camerún, el mayor productor del continente. El biodiésel procedente de aceite de palma está considerado dañino, ya que implica una amplia deforestación en sus países de origen.

Ventajas del biocombustible

  • Es un claro sustituto de los combustibles fósiles, lo cual implica reducir el impacto producido por los mismos así como los niveles de CO2 vertidos a la atmósfera al entrar en combustión.
  • Su coste es menor que el de la gasolina o el diésel.
  • Genera altos índices de empleo a nivel local.

Desventajas del biocombustible

  • Su producción puede presentar, de forma paradójica, altos índices de CO2 en relación a los fertilizantes nitrogenados utilizados en los campos de cultivo del aceite de palma así como otros problemas (deforestación, explotación laboral en algunos países, etc.).
  • Proporcionan menor cantidad energética que los combustibles fósiles, motivo por el que exige una mayor cantidad de materia prima.