Los avances tecnológicos y la moderación en los precios ayudan a que cada vez sea más sencillo tener una casa inteligente. Algo que está al alcance de muchos bolsillos en mayor o menor medida. A continuación, te contamos todo lo que tienes que saber acerca de ellas.
¿Qué es una casa inteligente?
Un concepto que en los últimos años se ha extendido como la pólvora y que seguramente has oído con frecuencia. Pero a qué nos referimos exactamente con el concepto “casa inteligente”, vamos a intentar aclarar a que hace referencia este concepto.
El principal objetivo de este tipo de vivienda es automatizar las actividades cotidianas, algo que conseguimos con el uso de la domótica. En este proceso intervienen tecnologías que nos permiten controlar desde las comunicaciones, como ver quién llama al timbre y responder, aunque no estemos en casa. Controlar los sistemas energéticos como el aire acondicionado o la calefacción y hacer un uso eficiente de ellos, o vigilar la seguridad de nuestro hogar.
Gracias a la domótica todo esto es posible, el uso de aplicaciones y equipos especializados con los que generar automatizaciones basadas en la telemetría, la voz o a través del teléfono móvil. Con ellos podemos controlar y vigilar todos los aspectos de la vida cotidiana de un hogar. Con lo que además se consiguen una serie de beneficios, no solo domésticos sino en otros muchos campos.
Poder controlar la temperatura desde nuestro teléfono móvil a distancia, mantener una iluminación eficiente, regulando la intensidad de la luz, así como en encendido y apagado de las mismas y el incremento de la seguridad monitorizando y haciendo seguimiento de la misma incluso a distancia, son algunas de las ventajas así con el ahorro energético en el que profundizaremos más adelante.
¿Cuánto puedo ahorrar con una casa inteligente?
Una casa inteligente es sinónimo de ahorro, aunque puede parecernos que crear un hogar inteligente supone una gran inversión lo cierto que no tanto si lo compramos con el ahorro energético que este nos supone. Todo dependerá de los dispositivos y elementos que instalemos. Ya que podemos convertirla en inteligente por muy poco dinero.
Hablando en términos de consumo, en un hogar inteligente podemos llegar a ahorrar hasta en un 40% en el consumo de energía eléctrica. Dependiendo de una serie de factores como el tamaño, las características de la vivienda e incluso el número de personas que viven en ella, este ahorro podemos situarlo entre el 25% y el ya mencionado 40%.
El uso de electrodomésticos más eficientes, la sustitución de las bombillas tradicionales por luces Led o usar de forma consciente y mucho más eficiente los sistemas de aire acondicionado, son algunos de los factores determinantes en este ahorro. Por no mencionar la capacidad de reducir al mínimo el gasto optimizando y programando el encendido y apagado de luces y electrodomésticos.
Beneficios de las casas inteligentes en el consumo energético
Como ya hemos mencionado, el consumo se reduce considerablemente, buscar sistema de climatización más eficientes al mismo tiempo que cambiamos nuestros electrodomésticos por unos con una calificación energética adecuada, contribuye en la mayor parte del ahorro.
Pero son los pequeños detalles los que, aunque nos parezca que no, los que más cuentan. Programar el encendido y apagado de la calefacción y el aire acondicionado, así como ajustar la temperatura de forma correcta, es mucho más importante de cara a los beneficios obtenidos.
Del mismo modo que mejora la eficiencia energética el correcto aislamiento de nuestra vivienda, evitando las brechas energéticas y minimizando el consumo de energía. Implementar estas soluciones nos dan un mayor control de todos los aspectos de la casa, por lo que podemos tomar las decisiones más eficientes en cada momento.
Tecnologías y dispositivos clave para el ahorro energético
Hablar de tecnologías clave en el ahorro energético nos abarcaría mucho tiempo, estas se han implementado desde el proceso de generación de la energía como la que permite convertir la luz del sol en energía eléctrica, entre otras. O Las utilizadas para mejorar la eficiencia en los sistemas de climatización, con nuevos sistemas de aire acondicionado y calefacción.
Pero quizás la que más ha revolucionado este campo, son las tecnologías que nos permiten la conectividad como es el Wifi. La domótica es un campo que durante años se ha desarrollado paralelamente a la conectividad. Pero el salto de calidad lo ha dado al implementar la conectividad Wifi. Gracias a esto, no solo podemos controlar y gestionar los dispositivos a corta distancia, sino que podemos hacerlo a miles de kilómetros de nuestro hogar.
De manera que podemos apagar una luz que nos hemos dejado encendida o detener la calefacción o el aire acondicionado. Pudiendo conectarlos cuando sea necesario, optimizando el gasto de energía al máximo.